Tribunales

El ex guardia civil condenado por abusos sexuales a una niña en Periana ingresa en prisión

El hombre comienza a cumplir la sentencia de dos años y medio tras agotar todas las vías con las que intentó evitar su internamiento

Imagen de archivo de un patio de la prisión de Archidona.

Imagen de archivo de un patio de la prisión de Archidona. / L. O.

El guardia civil retirado condenado en firme a dos años y medio de prisión por abusar sexualmente de forma continuada de una niña en Periana ha ingresado en un centro penitenciario tras agotar todas las vías posibles para evitar su internamiento. Según ha confirmado a este diario el abogado Francisco Torres Rico, que ha representado a la familia de la víctima durante un proceso judicial que comenzó en 2016 (los hechos juzgados se sitúan entre 2010 y 2011), el reo ingresó en la cárcel el pasado 1 de abril tras ser detenido en el municipio axárquico por la Guardia Civil por orden de la Audiencia Provincial, ya que previamente no se prestó al ingreso voluntario en la prisión en la que fue convocado.

Así llega a su fin una causa que Torres califica de «farragosa». Tras desestimar el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y el Tribunal Supremo todos los recursos y mantener la pena original que impuso la Audiencia de Málaga, la defensa buscó eludir la pena de cárcel con una reducción de la condena a través de la Ley del solo sí es sí y finalmente pidiendo un indulto que tampoco fue concedido. El letrado recuerda que el procesado ya se vio beneficiado con una pena menor a la que habría obtenido con la reforma de tipo penal que el abuso sexual sufrió por Ley Orgánica del 22 de julio de 2010. Como no pudo concretarse que algunos de los hechos se produjeron en fechas posteriores a la reforma, la condena se ajustó a la horquilla de entre 1 y 3 años de cárcel establecida antes de la misma y no al tramo de entre 2 y 6 años que se utilizó después. En condiciones normales, el preso quedaría en libertad cuando cumpla dos tercios de la condena, es decir, avanzado el año 2026. Otras fuentes próximas al proceso aseguran que el reo ha solicitado cumplir la pena en una prisión de Sevilla que cuenta con un módulo específico para personas que pertenecen o han pertenecido a los cuerpos y fuerzas de seguridad.

Hechos probados

Los abusos ocurrieron cuando la víctima tenía en torno a 10 años y él unos 58, pero no fue hasta que ella tenía 15 cuando se lo contó a su madre y comenzó el periplo judicial. La sentencia acredita al menos cuatro episodios entre 2010 y 2011, fechas que la afectada señaló usando como referencia temporal el Mundial de Fútbol de Sudáfrica. Y que el hombre lo hizo aprovechando que la menor frecuentaba el bar de la esposa del acusado, ya que era donde trabajaba su progenitora. La resolución señala que dos de los hechos se produjeron en el aseo de la planta inferior del local, una estancia apartada. Una vez la siguió hasta allí, le cogió la mano y se la introdujo en los pantalones para obligarle a tocarle el pene, mientras que en otra ocasión se masturbó frente a ella. El tercer incidente se sitúa en la casa del acusado, en la planta superior del bar. Tras hacer subir a la niña y a su hermana, dejó a esta última en una habitación donde había aparatos de gimnasio y se llevó a la víctima al sofá del salón, donde le hizo tocamientos en las zonas íntimas. «En otras ocasiones, aprovechándose de que no eran vistos, la besaba en la boca», describe la resolución en la que se recalca que no hubo acceso carnal, pero se violentó la voluntad de la víctima.

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