Apenas veinticuatro horas después de que en Reino Unido comenzara la población general a recibir la primera vacuna contra el coronavirus, la de Pzifer-BioNtech, hemos conocido que dos personas han sufrido una importante reacción alérgica.

Los dos sanitarios que sufrieron un shock anafiláctico tras la administración de la nueva vacuna tenían antecedentes de alergias severas, por lo que la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido ha lanzado un aviso en el que no recomienda que los pacientes con un historial alérgico grave se vacunen contra el coronavirus.

Ante las dudas y preguntas que este hecho ha causado, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) se ha pronunciado al respecto señalando que no se puede generalizar la no administración de la vacuna contra la Covid-19 a todos los que han tenido reacciones graves a fármacos y/o alimentos.

Según aseguran desde la SEAIC, las reacciones alérgicas que pueda provocar la vacuna de Pzifer-BioNtech van a depender de la composición de ésta.

Es decir, que según ellos lo que hay que hacer es tener en cuenta qué excipientes se han utilizado en su composición y de qué forma se genera la parte activa de la vacuna.

Una vacuna, como cualquier otro fármaco, está compuesta por el principio activo, que es el que actúa contra la patología, y por excipientes, que son los elementos utilizados para preparar el medicamento, conservarlo y administrarlo.

Los alergólogos afirman que cada vacuna puede ser diferente, tanto por el medio de desarrollo de la misma como por los excipientes que la componen. Por ejemplo, hay un ingrediente utilizado en la elaboración de muchos fármacos, el polietilenglicol (PGE), que se sabe que puede producir reacciones alérgicas.

La Junta Directiva de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica subraya también que la vacuna de la COVID-19 de Pfizer tiene, en principio, las mismas contraindicaciones en los alérgicos que cualquier otra.

Es decir, no se recomienda en personas que han sufrido reacciones alérgicas previas a sus componentes. Y es un hecho que ocurre con muchas otras vacunas, por ejemplo, aquellas con contienen proteínas de huevo.

Además, los alergólogos españoles señalan la necesidad de "realizar un estudio alergológico de los sujetos que refieran reacciones alérgicas a las vacunas contra la COVID-19 para poder identificar la sustancia desencadenante de la reacción".

Ante las dudas sobre si las personas con antecedentes alérgicos de gravedad deben vacunarse o no, la SEAIC es contundente, "no es necesario de forma sistemática hacer un estudio alergológico previo a la administración de la vacuna a todos los sujetos con reacciones graves a fármacos y/o alimentos".

Por último, la SEAIC, como sociedad científica, se ha puesto a disposición de las autoridades sanitarias para aclarar cualquier tipo de duda que pudiera surgir sobre los afectos alérgicos que las nuevas vacunas contra la Covid-19 pudie