La juez se expresa en la sentencia, contra la que cabe un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial, de una forma rotunda sobre Enrique Bolín. «A juicio de esta titular ha quedado acreditado que el acusado realiza una concesión absolutamente arbitraria, sin acomodo alguno en la normativa urbanística en vigor, y resulta plenamente consciente de ello, como queda patente en los informes desfavorables de naturaleza técnica», aclara.

«Sabía que no era una licencia más de las que se concedían anualmente, como declara en el acto del juicio, sino de una licencia que había motivado su desplazamiento personal al lugar de las obras, ya que existían quejas de otro vecino en relación a la entrada al garaje con otra promoción colindante», asegura la juez, quien condena a Enrique Bolín a 18 meses de cárcel.