El Ayuntamiento de Estepona ha finalizado los trabajos de puesta en valor del Castillo de San Luis, una fortificación del siglo XVI que está catalogada como Bien de Interés Cultural y que durante más de un siglo ha permanecido oculta.

El proyecto ha permitido la construcción de un pasaje peatonal que conecta la calle Castillo con la plaza Cañada, permitiendo que los ciudadanos puedan pasear por una parte de la muralla que, hasta ahora, era inaccesible.

Los trabajos han durado dos meses, siguiendo el protocolo de actuación que establece la Junta de Andalucía en estos casos.

Las obras han incluido la urbanización de una superficie de 315 metros cuadrados, con hormigón y pavimento de color arena y el embellecimiento con macetería y jardinería de todo el entorno, acorde con el proyecto de transformación que se está llevado a cabo en la ciudad dentro de la iniciativa Estepona, Jardín de la Costa del Sol.

Destaca la dotación de un sistema de iluminación direccionado hacia la muralla, para potenciar el encanto de esta fortaleza durante la noche. Para ello se han colocado 11 focos led, de 100 vatios cada uno, en color blanco nieve, que permite un importante ahorro de energía.

Este sistema de iluminación dará mayor vistosidad al monumento; al tiempo que se ha estudiado su colocación para evitar la contaminación lumínica a los vecinos de la zona.

El regidor señaló que estos trabajos para mostrar esta fortaleza suponen una continuación de las actuaciones que se han llevado a cabo en los últimos meses para convertir el Castillo de San Luis, uno de los monumentos más emblemáticos de Estepona, en otro nuevo foco de atracción turística.

Así, el Ayuntamiento remodeló la calle Castillo para hacerla más atractiva para el transito de vecinos y turistas. Posteriormente, se demolieron varios inmuebles anexos a la fortaleza para poder ampliar este área peatonal.

El Castillo de San Luis de Estepona se encuentra en el casco urbano, entre las calles Villa y Castillo, separado por un estrecho pasadizo del mercado municipal de abastos y a escasos metros de la Torre del Reloj. Los Reyes Católicos ordenaron su construcción a principios del siglo XVI sustituyendo a la antigua fortificación árabe.