El Ayuntamiento de Benalmádena aprobó en su última sesión plenaria la ordenanza municipal que recoge la ordenación de usos para mejorar la calidad, seguridad y conservación medioambiental de las playas de la localidad. Con esta medida, el Consistorio ratifica la prohibición de hacer fuego en estos enclaves o reservar espacio en la arena.

Además, el documento regula la circulación de vehículos o acampadas, las sanciones a aquellos que dejen varadas sus embarcaciones fuera de las zonas autorizadas y recoge las normas de higiene, emplazamiento de actividades, presencia de animales, pesca, práctica de deportes y desarrollo de distintos juegos.

Según la concejala de Turismo, Playas y Puerto, Encarnación Cortés, la nueva ordenanza persigue «proteger, regular la utilización y mantener el nivel de calidad de las aguas y del conjunto de la ribera del mar en Benalmádena», al entender que la franja litoral de la localidad soporta una elevada presión de uso que debe ir acompañada de una serie de «garantías en materia de seguridad, salud e higiene en lo que respecta a su uso y disfrute».

Cortés destacó que con esta ordenanza se facilita la labor de la Policía Local y recordó que se permitirá sancionar a quienes se bañen con bandera roja.