El Ayuntamiento de Benalmádena mantendrá las tarifas del agua el próximo año pese a que la actualización del Índice de Precios al Consumo (IPC) provocará un incremento anual de dichas tarifas, según explicó el consejero delegado de Emabesa, Joaquín Villazón, durante el pleno del mes de septiembre celebrado ayer.

En el transcurso de la sesión, el equipo de gobierno aprobó una revisión de las tarifas del suministro de agua potable y alcantarillado para 2019, que permitirá que las tarifas para las familias se mantengan sin variación ni incremento durante el próximo año.

La iniciativa contó con el voto favorable de los partidos que integran el equipo de gobierno, y el voto en contra de PP y de Vecinos por Benalmádena.

«La mayor carga económica se va a derivar al agua para el riego, como vía para potenciar el ahorro del consumo, ante la situación de sequía que vivimos», puntualizó Joaquín Villazón.

El concejal explicó que con esta medida se quiere bajar el consumo y que la gente «se conciencie sobre la escasez de agua y la necesidad de recortar el tiempo de riego para no disparar el gasto de las reservas de agua».

Por otra parte, en el transcurso del pleno se aprobó por unanimidad modificar la ordenanza reguladora del servicio de transporte público de viajeros en automóviles de turismo para otorgar nuevas licencias de taxi.

El concejal de Movilidad, Bernardo Jiménez, explicó que en otoño pasado mantuvo un encuentro con los portavoces de todos los partidos políticos, representantes de la patronal y el sindicato y, ante la falta de acuerdo entre los titulares de licencias y los asalariados sobre la concesión de nuevas licencias de taxi, se acordó realizar un estudio que se encargó a una consultora externa sobre la viabilidad y necesidad de otorgar nuevas licencias. El edil añadió que las partes acordaron respetar las conclusiones de dicho informe.

El estudio finalizó el pasado mes de julio y, en sus conclusiones, se propuso actualizar la ratio de licencias respecto a la población, pasando del actual 1,80 a 2,01.

Este cambio de la ratio supone la concesión de 8 nuevas licencias durante los próximos cuatro años, a un ritmo de dos cada año.

En la moción aprobada ayer se recoge que las tres primeras licencias que se concedan deberán incluir la condición de adaptación del vehículo para personas con movilidad reducida.

Para una mejor integración y defensa de la rentabilidad de los actuales dueños de licencias, se propone la introducción de días de descanso, rotativos entre todas las licencias, en los meses de enero y febrero, algo que, si bien reduciría la plantilla de asalariados, permitiría bajar los costes fijos en los dos meses de menor actividad.

El concejal explicó que «medidas similares se aplican en el transporte público colectivo en los meses de menor actividad, cuando se reduce la flota o la frecuencia del servicio».

La moción recoge que tras un periodo de cuatro años desde la redacción de este estudio externo, se realizará un nuevo análisis y estudio completo de la nueva situación del taxi, que permita evaluar y medir los cambios que se hayan podido producir, para analizar el nuevo ratio e incluir un estudio económico de la rentabilidad de las licencias de taxi existentes.