José María García Urbano no es amigo de las prisas. Sus triunfos en el Ayuntamiento de Estepona han de cocinarse a fuego lento, a base de escuchar a los vecinos, de recorrer una y mil veces los casi 18 kilómetros peatonales que ya tiene el casco urbano, señala satisfecho. Por eso ha tardado algo más de dos días en atender nuestra petición de entrevista, «porque estos resultados hay que digerirlos». Al ser metódico y gestor antes que político, no extraña a nadie aquella llamada de Francisco de la Torre. Algo que le llenó de orgullo, pero que declinó de inmediato. Nacido en la localidad de Coín, este registrador de la propiedad, además de notario y abogado, tenía ya un compromiso con Estepona, su particular «Jardín de la Costa del Sol», donde fue elegido con un 60% de los votos en sus segundas elecciones, un cifra que este domingo superó el 70%. Es el alcalde más votado de España. Pero eso es algo que él considera anecdótico.

¿Qué es lo primero que a usted se le pasa por la cabeza al revalidar tan amplia mayoría y lograr 21 de los 25 concejales?

Me siento satisfecho por un resultado tan amplio. Pero por encima de eso uno trabaja por hacer el bien por la ciudad. Hemos elaborado un modelo de ciudad que ha sido aceptado y que está basado en propuestas financieramente asumibles. El eje principal es conseguir que la ciudad prospere, a través de la recuperación del casco histórico y de impulsar los equipamientos que la ciudadanía demanda. Que sea el alcalde más votado no es un objetivo. Ya lo fui en 2015, porque el 60% ya era mucho.

¿Qué otra cualidad cree que los vecinos valoran de usted?

Además de nuestra metodología, creo que la cercanía con la que gobernamos en el Partido Popular, pero también la determinación a la hora de tomar decisiones y de cumplir con el programa electoral. Eso que yo he llamado la acción global de gobierno y que se pone en marcha justo desde el primer día y de manera simultánea en todas las delegaciones.

No me negará que en esa acción o determinación juega también un papel fundamental que hayan asumido ustedes hasta la construcción

Era una necesidad fundamental, algo esencial en esta ciudad y lo importante es que había un consenso, una unanimidad respecto a lo que nunca se entendió. Por qué en 20 años, cuando había cuestiones objetivamente demográficas, no se había construido un hospital en Estepona por parte de quien tenía la competencia. Formulé entonces la propuesta y, aunque tuviésemos que edificarlo haciendo algún sacrificio en cuanto a no realizar otros equipamientos, arreglar o hacer más calles, la ciudadanía lo entendió. Y puedo reconocer que estoy especialmente orgulloso de haber satisfecho esa necesidad, como alcalde de Estepona.

Siempre suele usted recurrir a la viabilidad cuando se refiere a nuevos proyectos porque imagino que en la memoria permanecen épocas en las que su Consistorio vivió por encima de sus posibilidades financieras.

Es algo fundamental. Mi lema es realizar equipamientos útiles y que sean viables, necesarios para la gente y que sean económicamente sostenibles.

¿Podríamos hablar de un milagro urbanístico cuando su casco urbano ya ha entrado en circuitos turísticos para visitantes de Frigiliana, Cómpeta u otros pueblos blancos de Andalucía?

Hemos embellecido en los dos últimos mandatos nuestro casco histórico como un revulsivo para el comercio, la gastronomía y el empleo. La diferencia con otras localidades es que tenemos un espacio muy grande, en el que andar horas y horas, pasando entre árboles, plantas, esculturas o disfrutando de murales que embellecen los edificios, sin que te molesten los coches. Así hemos logrado un incremento enorme de visitantes. Pero todo eso hay que complementarlo con otros atractivos. Por eso tenemos ahora un orquidario que recibe alrededor de 3.000 visitas mensuales o la Senda Litoral, con casi 18 de los 23 kilómetros de costa esteponera ya terminados. Y hemos aumentado las zonas verdes, los espacios deportivos, para atraer a deportistas de elite en invierno, incluso ya está listo un nuevo estadio de atletismo con un millar de plazas de aparcamiento.

¿Pasamos página a una Estepona que vio hasta cómo se cerraba el complejo Las Dunas?

Ahora es todo lo contrario. Tenemos multinacionales de la talla de la cadena Ikos Resorts que va a abrir en nuestro municipio su primer hotel en España. Y en el casco urbano, de distinto tamaño, ahora se están construyendo 11 hoteles. Hasta ahora no teníamos ninguno. La clave está en que Estepona tiene hoy por hoy un millón de flores y se ha convertido en el Jardín de la Costa del Sol. Ahora es cuestión de consolidarlo y mantenerlo.

¿Será un mandato más moderado en cuanto a proyectos?

No tenemos que obsesionarnos con crecer. La calidad está reñida con la cantidad. Hay que modular el crecimiento.

¿Cómo recuerda aquella llamada de su homólogo y compañero Francisco de la Torre para formar parte de su candidatura en la capital malagueña?

Fue un gran honor que quisiera incorporarme a su equipo. Él ya lo aclaró en su día y no es momento de añadir nada más.

¿Y esos días en plena campaña con un tobogán que se hizo viral de la noche a la mañana?

Se tiraron por él mil personas y no pasó nada. La ciudadanía sabe de la Estepona que quiero, la que dirijo. Aquí hay gestión, hay seriedad, mucho rigor y trabajo. La Estepona de hoy es la de un recinto ferial único en España, un auditorio extraordinario, la del orquidario, un casco histórico con 120 calles remodeladas, un gran estadio de atletismo o la del nuevo hospital. Es la de alguna anécdota, como la del tobogán, con la que nos podemos reír, pero la realidad es que gobernamos para toda la ciudad. De hecho mis primeras palabras tras la victoria fueron para el PSOE, que esperamos sus propuestas, tengan muchos o pocos concejales.