Es ya en redes una madre coraje de tantas. Pero su caso es insólito. Carmen Alcaide, ingeniera técnico especialista en electricidad de 43 años de edad, le prometió esta semana a su hija una solución definitiva a la falta de iluminación que padecían todos los vecinos en la calle Malala de Benalmádena Costa. Dicho y hecho. Este miércoles adquirió por 117 euros el mecanismo necesario para que la puesta de sol no supusiera como durante meses un problema en esta transitada vía pública.

"No tengo ningún afán de protagonismo. Si he contado mi caso en las redes sociales es porque entiendo que hay muchos más lugares de Benalmádena con el mismo problema y era conveniente que se supiese cómo lo he afrontado yo, gracias a mi labor profesional como técnico en el municipio. Sé que la mayoría de las personas no pueden solucionar por su cuenta algo así", argumenta esta benalmadense.

Expresa que hasta el mismo miércoles intentó, "mediante mensajes instantáneos de teléfono que el alcalde solucionara el problema. Pero no hubo forma". Al parecer, la única respuesta era que la calle pertenece a una "entidad urbanística", por lo que el Consistorio no se podría hacer cargo de las reparaciones en esta zona. "¿Cómo entonces habéis antes de las elecciones incluido la calle en el plan de asfaltado municipal y habéis hecho reparaciones?", consultó la propia Carmen Alcaide. "No obtuve respuesta y decidí acudir a un proveedor de material eléctrico", añade.

Previamente había podido saber que, según la documentación técnica que obraba en Urbanismo, esta parte del municipio, próxima a dos colegios y con un paso continuo de vehículos y de personas, "no figura como entidad urbanística en ningún documento". De hecho, durante el anterior mandato ya se buscó una solución a la falta de suministro eléctrico en la calle, como argumenta. "El problema de estos últimos meses es que se averió el dispositivo, el que he abonado yo esta vez, que detecta cuándo tras la puestas de sol se activa el alumbrado. Y no entiendo por qué no lo han repuesto, porque me han indicado en los Servicios Operativos que lo tienen en stock para atender estas averías, si bien es cierto que necesitan de una orden para reponerlo", insiste al recordar todos los pasos que ha dado hasta poner de su bolsillo el material que finalmente va a beneficiar a cualquier persona que hoy pase por la calle Malala.

Ahora Carmen está satisfecha porque su hija pequeña "ha dejado de estar asustada cada vez que cae la noche". También se refiere a que no son pocos los casos que lamentablemente se han sucedido en España con jóvenes desparecidas después de transitar por lugares con poca luz. "Hay casos que realmente son extremos, como el caso del Ayuntamiento de Vigo, que con todo lo que ha gastado en luces navideñas mantiene un polideportivo a oscuras. Por casos así creo que debemos como ciudadanos dar a conocer en las redes sociales estas deficiencias. Pero quiero remarcar que esto lo he hecho por mi hija", concluye.