La ciudad de Málaga se prepara para la llegada de su Semana Santa, pero también para el comienzo de su temporada taurina. El Domingo de Resurrección es la fecha elegida en esta edición para la celebración de la III Corrida Picassiana, un evento del que se presentaron ayer nuevos aspectos.

En el transcurso de la rueda de prensa se anunció un incremento en la oferta de la ciudad en estos días a través del mundo del toro. El consistorio se ha decidido incorporar al paquete turístico especial de Semana Santa presentado en Fitur, en el que se incluyen sillas para presenciar las procesiones y las localidades para el festejo taurino.

La corrida pretende convertirse «en un referente de la temporada taurina», en palabras del concejal de turismo, Elías Bendodo. «Con el tiempo se convertirá incluso en un clásico a nivel internacional», señaló.

Esta tercera experiencia viene marcada por su nueva fecha, ya que tanto en 2009 como en 2010 venía celebrándose en la jornada del Sábado Santo, y acompañado de otros dos festejos en la jornada dominical con un «éxito rotundo». «Hasta entonces, el turista se marchaba el Viernes Santo o el sábado por la mañana, y con este reclamo de la figura de Picasso se ha conseguido que prolonguen su estancia», indicó Bendodo.

Al margen de lo estrictamente taurino, la III Corrida Picassiana volverá a estar rodeada de una serie de elementos que pretenden aumentar su atractivo, como tertulias y una mesa redonda que contará con la presencia de los maestros José Ortega Cano y José Miguel Arroyo Joselito. Los matadores anunciados para el festejo (Paquirri, Alejandro Talavante y Daniel Luque) se desplazarán hasta La Malagueta en coches Cadillac de la década de los 50 y el albero de la plaza será decorado por el pintor francés David Vaamonde, quien plantea transformar el ruedo en un disco griego que recoja tres elementos fundamentales para el público que se esconderán bajo una montera gigante: el típico ojo de las jábegas, la palabra Málaga y un toro prehistórico.