­Debuta como presidente en un gremio muy castigado por la crisis, pero a pesar de las dificultades, Rafael Hervías (Madrid, 1971) es optimista. Recientemente ha sido nombrado presidente de la Asociación de Libreros de Málaga y su primer escollo es sacar adelante la nueva edición de la Feria del Libro, que tendrá lugar del 1 al 10 de junio en el Paseo del Parque. Nada fácil. Se enfrenta, en principio, a un panorama muy complicado, con un presupuesto muy escuálido, más de un 30% menos que el que se manejó la edición pasada, y con el recorte en torno al 50% de las aportaciones por parte del Ayuntamiento y de la Junta de Andalucía. Por ahora, la Diputación de Málaga se está planteando no destinar partida económica alguna a la cita literaria.

Es la primera vez que se presenta como candidato en la Asociación de Libreros de Málaga. ¿Por qué?

Porque siempre he estado en contacto con la asociación y no siempre tienen que trabajar los mismos. Todos tenemos que colaborar en el bien del sector.

¿Cuáles son los problemas a los que se enfrenta el libro?

La situación actual es triste, realmente han bajado mucho las ventas. La piratería, las grandes superficies, los puntos de venta que no son librerías, como las gasolineras, también nos afectan. Y el boom del e-book, al que no veo como una competencia. Más que el libro electrónico en sí, que también perjudica, han salido otro tipo de tabletas que se han convertido en un complemento de ocio y que hace que la gente no lea. Pero, sobre todo, la situación económica es el principal problema. Después de las Navidades, estos primeros tres meses están siendo muy preocupantes, peor que el año pasado y con una brusca caída de las ventas.

Quedan pocos meses para la nueva Feria del Libro de Málaga. ¿Cómo van los preparativos?

Se afronta con mucha preocupación, aunque soy optimista y espero que se celebre. El presupuesto del año pasado fue de 86.000 euros y a fecha de hoy hemos presupuestado 55.000 euros, muy ajustado, y no tenemos las aportaciones institucionales seguras. Hay instituciones que a fecha de hoy no van a aportar dinero. Las aportaciones institucionales se dividen en subvenciones directas e indirectas. Las directas son para infraestructuras y servicios que necesita la feria. Las indirectas son para preparar actos, espacios... La línea general es que las instituciones reducirán su aportación en torno a un 50% y la aportación económica de la Diputación, en principio, este año es cero. Su aportación será a través del CEDMA, que se encarga de realizar toda la cartelería y los folletos de mano, los catálogos, y, por otro lado, programarán sus actos. El jueves pasado nos reunimos en la comisión mixta y nos estamos esforzando para que salga adelante. Nuestro afán es mejorar la feria, salvarla este año, y que en un futuro sea más dinámica e interactiva con la ciudad.

Ante estas perspectivas, ¿cómo piensa mejorar esta cita literaria?

Nada más clausurar ésta, empezaremos a trabajar para la próxima. Vamos a constituir la Asociación Feria del Libro de Málaga, entre la Asociación de Libreros y la Asociación de Editores de Andalucía (AEA). Queremos firmar los estatutos de la asociación en esta feria, de una manera simbólica. El objetivo es tener una entidad jurídica muy clara, que las instituciones firmen unos convenios, para que la feria sea un trabajo de doce meses y no un trabajo a salto de mata.