Filarmónica de MálagaTeatro CervantesPrograma

: Iberia: Málaga y Rondeña, de Isaac Albéniz; Nocturnos de Andalucía, de L. Palomo; Imágenes para orquesta, de C. Debussy y España, de E. Chabrier. Director: Edmon Colomer.

Vicente Aleixandre, el Nobel de la Generación del 27, dio cuerpo a Málaga. Ciudad del paraíso, poema que da título y argumenta el último programa de abono de la temporada de la OFM. Dos autores franceses, Debussy y Chabrier, y los españoles Palomo y Albéniz fueron la excusa perfecta para establecer las diferencias conceptuales entre la influencia de los temas extraídos del folklore español y la escuela que con mayor o menor peso clarifican y singularizan la aportación española al gran repertorio; una idea, que en ocasiones arrastra ciertos convencionalismos cultivados en el siglo diecinueve. Siglo éste donde nuestro país posee un carácter tan exótico y atrayente como pueda tenerlo el norte de África o el oriente asiático, ensombreciéndose la aportación nacionalista en particular, y escuela española por extensión.

Los ritmos y motivos populares alimentaron las bases del nacionalismo musical. Periodo que definió la vanguardia de la música escrita por Ravel o el propio Debussy encuadrada dentro del ambiente artístico, temas e intereses, del arte en el último tercio de la centuria decimonónica. Corriente que viene a enriquecer a las distintas escuelas, alemana, francesa… Aunque no las va a singularizar por una renuncia a favor de la aportación española; todo lo contrario, sin renunciar al peso de la tradición, los distintos compositores encuentran en España una oportunidad en la que descubrir nuevos caminos de expresión, como ocurrirá en la literatura o en la pintura.

Desde este punto de vista, resulta aclaratorio que la composición intentase establecer un nuevo marco sobre el que trabajan Albéniz o Debussy, con un trasfondo, eso si, español.

Albéniz ofrece en Iberia,su visión de las influencias musicales del momento, especialmente francesas, sin mermar su original discurso. En sus obras, nuestra música adquiere un papel protagonista, rematado, si así lo desean, por Manuel de Falla.

Colomer

El maestro Colomer singularizó la luz que inspira Andalucía en los pasajes seleccionados Málaga y Rondeña de los cuadernos segundo y cuarto de la monumental Suite. Entre ambas piezas se engarzaron los Nocturnos de Andalucía, escritos por Lorenzo Palomo en el noventa y seis contando para el estreno con Rafael Frühbeck de Burgos al frente de la Orquesta Sinfónica de la Radio berlinesa. Suite concertante para la brillante guitarra de Pepe Romero. Obra extensa, donde Juan Ramón, Córdoba o las evocaciones de la infancia se entrelazan en las seis secciones que forman esta página. A modo de propina, y cerrando la primera parte del último recital de la temporada, Pepe Romero interpreto la Fantasía cubana escrita por Celedonio Romero.

Francesa

Música francesa, de inspiración española, caracterizaron la última parte del concierto con dos lecturas correctas y medidas de las Imágenes para orquesta, de Debussy, y España, de Chabrier. La Orquesta Filarmónica de Málaga optó por una lectura si bien menos eufórica, muy atenta a subrayar ritmos, armonías y combinaciones elevando el aire pictórico que encierran, esbozado en el caso de Debussy, o entusiasta y colorista en Chabrier, capaz de llevar a la orquesta la jota aragonesa y la estilizada malagueña. Merecidos aplausos bordaron el punto y final del último concierto de la temporada.