Más no significa necesariamente mejor. Incluso puede ser contraproducente. La séptima edición de la Noche en Blanco de Málaga, dedicada al mundo de los cuentos, ha optado por crecer en número de actividades, sumar nuevas entidades colaboradoras y ampliar su radio de acción por la ciudad -desde el Cementerio Inglés hasta el Aeropuerto-. La programación de la fiesta nocturna de la cultura es este año más extensa que nunca y se espera que la participación del público camine a su lado. No obstante, el alud de propuestas posee pocas citas destacadas para los que viven la cultura a diario. Quizá sobresalen el concierto que ofrecerá La Guardia en la plaza de la Constitución; la intervención visual Pixel Building que el estudio Brain and Glasses realizará en el Edificio de Servicios Múltiples; las proyecciones del Cine Albéniz, con cintas de Juan Cavestany y Jim Jarmusch, entre otros, y la gran trenza de Rapunzel que se descolgará por la fachada del Ayuntamiento.

Así, el próximo sábado 10 de mayo, entre las 20.00 y las 02.00 horas, Málaga se sumergirá en el mundo de los cuentos para intentar cazar adeptos a la cultura. Porque ese es el fin último de esta celebración: abrir las puertas de los museos y monumentos y sacar a la calle a los artistas para que los ciudadanos prueben del exquisito menú y se conviertan en comensales habituales. Aunque, continuando con el símil gastronómico, ponerle por delante un barco de sushi a alguien que jamás sintió interés por la comida japonesa puede acabar provocándole una terrible indigestión.

Como era de esperar, durante la presentación del programa de la Noche en Blanco, celebrada ayer, se escucharon más cifras que argumentos. A saber: 191 actividades gratuitas; 83 entidades participantes; 131 espacios a lo largo de la ciudad, y seis categorías diferentes -Arte, museos y exposiciones, Intervenciones artísticas, acciones urbanas, Artes visuales, Artes escénicas y literarias, Música y Visitas extraordinarias-. El pasado año se programaron 144 actividades y se estimó un número de participantes cercano a los 180.000. Para este año se prevé superar los 200.000. Entre las entidades que este año se suman a la Noche en Blanco se encuentran el Palacio Episcopal, el Jardín Botánico de La Cónsula, el Aeromuseo del Aeropuerto, el Málaga C.F., la Sala Iniciarte del Palmeral de las Sorpresas, las iglesias Santa Ana del Císter y San Felipe Neri, la Escuela Andalusí y varias cofradías. (Pinche en la imagen que acompaña la información para ampliar)

Los que opten por acercarse el próximo sábado al universo cultural que propone esta fiesta tendrán la oportunidad de bailar con personajes de cuento en Tomás Heredia, transformarse en un terrorífico monstruo enla calle Alcazabilla, perderse en un laberinto en la Plaza de la Merced o seguir el camino de baldosas amarillas a Oz por el centro histórico.

Otras de las 31 intervenciones planificadas en espacios exteriores se relacionan directamente con la expresión artística, como el gigantesco mural de Picasso de Málaga en el Puente de la Aurora, el rótulo gigante Érase una vez? en la fachada del MUPAM o El árbol de los Anticuentos en los Jardines de Manuel Atencia. Varias de estas actividades urbanas invitan a la participación de toda la familia. Por ejemplo, la Librería Agapea propone un bookcrosing de libros infantiles, el Málaga Club de Fútbol dispone un pinta-caras para niños, y el Muelle Uno se convierte en el lugar donde se oculta un misterioso tesoro para que lo más pequeños se diviertan con su búsqueda. En el apartado de visitas, uno de los platos fuertes de la noche, despuntan La visita de los sentidos a la Alcazaba, al Parque de las Maravillas con linternas, al Teatro Romano, al Observatorio de Medio Ambiente Urbano, a la antigua Imprenta del Sur o al Cementerio Inglés y de San Miguel.

Como aconsejó el responsable municipal de Cultura, Damián Caneda, lo ideal para afrontar con éxito la Noche en Blanco es seleccionar, ya que «disfrutar de todo es imposible».