Acaba de recibir el Premio Nacional de Danza, en la categoría de Interpretación, y hará valer sus galones entre nosotros, concretamente sobre las tablas del Teatro Cervantes, donde ofrecerá su más reciente creación, Las tentaciones de Poe, el retrato bailado de un escritor intransferible, autodestructivo y adicto a la miseria.

La obra supone «un recorrido de la vida del autor de Los crímenes de la calle Morgue: desde la pasión del escritor, adicciones, su amor a Virginia y su delirio, hasta llegar a su destrucción», aseguró Olmo en una reciente entrevista. El bailarín y coreógrafo asegura que su show, «dedicado a todos los locos, cuerdos o no», es «una obra cargada de enigmas e interrogantes sin respuesta al más puro estilo del autor, del hombre, del amante». Y, por supuesto, la prueba del concienzudo trabajo físico y mental del sevillano, el de uno de los valores en alza de la danza española que ya comienza a ser valorado como algo más que una apuesta de futuro: el jurado del Premio Nacional de Danza 2015 destacó la identidad de Olmo como intérprete «y la constancia de su dilatada trayectoria, que incluye colaboraciones diversas con otros creadores».

Nuevos Valores. La presentación del bailarín y coreógrafo sevillano -que estará acompañado por 16 bailarines que ha seleccionado en los ensayos en los que trabaja desde el pasado viernes en el Conservatorio Profesional de Danza Pepa Flores de Málaga- no será la única propuesta de hoy del Ciclo de Danza del Teatro Cervantes. A las 19.00 horas, se representarán en el Echegaray sendas piezas de Ana Rando, Nuria Estébanez e Ignacio Lasala agrupadas en la función Nuevos Valores de la Danza en Málaga. Y las actividades paralelas de Ventana Abierta a la Danza abren las puertas a la primera de sus cuatro jornadas de análisis: con Roger Salas, crítico de danza de El País.