La Sala B del Teatro Cánovas acoge mañana el estreno de Despachados, una obra de Samuel Pinazo dirigida por Pedro Lanzas, una pieza «ágil y muy dinámica» que muestra lo que puede suceder entre dos amigos que trabajan juntos. Paco Inestrosa, Miguel Zurita y Luis Centeno componen la terna actoral.

«Despachados es un golpe, un grito por tanta cobardía, un intento por ser honestos», explicó ayer Lanzas, quien busca cercanía con el público para quitarle su carácter de espectador e involucrarlo en lo que está pasando. «Es teatro en estado puro, el público muy cerca del actor, lo que requiere una interpretación muy realista y menos teatralizada», comenta Inestrosa. O sea, la filosofía del espacio que el Cánovas destina al teatro de investigación para el público adulto. La cita, todos los jueves y viernes hasta el 18 de marzo a partir de las 20.00 horas.

La trama es desarrollada entre la sátira y el humor propios de Lanzas, siempre preocupado por ahondar en los conflictos del ser humano como integrante de un esquema social la mayoría de las veces injusto y cruel.

Amigos. Despachados nos presenta a Álvaro y Diego, dos buenos amigos que trabajan en la misma empresa. Hasta el día que Álvaro es ascendido en la compañía y ambos se reúnen con la supuesta intención de celebrarlo; entonces, descubrirán las verdaderas y ocultas intenciones de ambos y, por supuesto, comenzarán los problemas. Se trata, por tanto, de tour de force donde lo que no se dice y se oculta es casi tan importante como lo que se dice y se manifiesta.

«En Despachados propongo una reflexión sobre la amistad, la desconfianza y la lucha por el éxito. Pero ¿qué es el éxito? En realidad ni siquiera somos capaces de definir el éxito en términos no egoístas», reflexionó ayer Pinazo durante la presentación de la función del Cánovas.