­No todo el mundo posee el privilegio de subir al tablao más antiguo del mundo. Virginia Gámez, quien a sus jovencísimos 26 años ya era una apadrinada de José Mercé, está dando un espectáculo en el Festival del Corral de la Morería en Madrid. «Soy una afortunada», así se define ella tras ofrecer flamenco de su tierra, de Málaga, en otros lugares de España.

La cantaora malagueña hizo sus primeros pinitos artísticos con tan solo 9 años, en los tablaos donde su tía y su padre debutaron como artistas en Málaga. Muchos sueños vividos y cumplidos, donde Virginia sigue día a día intentando llegar a lo más alto. «Estoy muy contenta de llevar la música de mi tierra allí donde vaya».

Soñé, su último trabajo sacado a la luz el año pasado, lo ha presentado junto a otros proyectos más antiguos en el Festival del Corral de la Morería: «La verdad es una experiencia muy grata. Tengo unos compañeros excepcionales. Estoy tan agradecida...», comenta ilusionada la artista.

Hasta el día 29 estará la malagueña en Madrid ofreciendo arte en la capital española en este tablao tan especial. «Muchos artistas han pasado por aquí, de la talla de Lola Flores, Mario Maya... ¡Imagínate cómo debo sentirme! He participado en muchos festivales de flamenco pero ninguno de la magnitud que tiene éste», apunta Virginia.

El flamenco es la pasión de Virginia Gámez, y lo defiende con tanta pasión como ternura: «Se está respetando mucho el manantial donde brota el agua más pura flamenca y se está mirando mucho tiempo atrás por esos artistas grandiosos que nos dejaron un legado extraordinario en el flamenco», argumenta Virginia.