Lo han intentado en varias ocasiones, pero por una cosa u otra no terminó de cuajar. Hasta ahora. Los Caracoles están definitivamente de vuelta. Y lo hacen con un disco bajo el brazo, El amor se come, un trabajo -el tercero de su trayectoria- que este sábado presentan en directo en la sala Cambayá Club de Antequera. Rafa (Rafael Rodríguez), Juanra (Juan Ramón Díaz) y Juanma (Juan Manuel Amador) juntan de nuevo sus talentos casi una década después de haber conquistado las listas de éxitos con Fenómeno (1999), álbum que les colocó en lo más alto y que, también hay que decirlo, condicionó su futuro. Aquellos años de giras nacionales en grandes estadios quedan ya lejos. Ahora la banda se toma la vida de otra manera. Este regreso es para ellos como una vuelta a sus comienzos. A aquella sensación de compartir cervezas y canciones en el Eduardo Ocón sin pensar en nada más. Bien saben que las grandes compañías discográficas ya no son lo que eran (ellos tocaron el cielo y el infierno gracias a Warner) y que esta reunión nace de la necesidad de volver a compartir esos sentimientos y esa amistad que conservan desde Los Braulios y Los Llorones.

En sus directos -su próxima fecha es en el Coincierto Festival, el 27 de mayo- sonarán las canciones de este nuevo trabajo, producido por Cambayá Records, y los temas que más repercusión tuvieron en su primer etapa, como Al que no le guste que no mire, Una morena, Agosto o Fenómeno. Todos ellos, los de antes y los de ahora, poseen la frescura y el desparpajo andaluz que forma parte de su inconfundible sello. Para el escenario la formación se completa con el guitarrista Miguel Olmedo, con quien también comparte una amistad de décadas.

Los Caracoles iniciaron su discografía con Historias de la calle (1995), trabajo al que siguió Fenómeno (1999). Estas dos referencias les bastó para que sus canciones protagonizaran campañas de publicidad y sonaran en multitud de programas de televisión. Con el cambio de siglo les llegó la hora de darse un descanso. Hasta ahora. Bienvenidos de nuevo.