María León es puro nervio y derrocha simpatía y energía. Su última película es 'Sin fin', un drama con tintes de ciencia ficciónque se estrenó en el pasado Festival de Málaga, donde su compañero de reparto, Javier Rey, recibió la Biznaga a mejor actor. El próximo miércoles, 31 de octubre, el filme, rodado en parte en Málaga y que cuenta con producción malagueña, desembarcará en los cines, aunque esta noche ofrecerá un preestreno en el auditorio Edgar Neville de la Diputación.

La cinta, ópera prima de los hermanos Alenda, cuenta con la producción del malagueño José Antonio Hergueta y su trama sigue los pasos de Javier (Rey), llegado del futuro para recuperar el amor perdido de María (León). Juntos reviven la magia del primer día en que se conocieron y repiten el viaje que les llevó de un amanecer en Madrid a un atardecer en la costa andaluza. Todo para conseguir que María vuelva a ser la chica llena de vida de la que una vez se enamoró. Máquina del tiempo incluida.

La historia -que León encuentra difícil de encajar en un solo género- «representa lo que somos en este país, la forma que tenemos de enamorarnos», asegura. Destaca la máquina del tiempo como elemento clave para la trama: «Es algo muy loco, pero es la llave para soñar. Y el cine está para soñar, contar historias y abrir puertas para darnos libertades», reflexiona la intérprete.

Su personaje salta entre la María joven e impulsiva a una más madura, depresiva y con ideas suicidas. «María siente la necesidad de buscar su salvación, aunque parezca que es ella la que tiene que salvar a Javier. Su fuerza se transforma en oscuridad. Es una mujer con tantas ganas de amar que sufre mucho por ello, porque no sabe hacerlo», explica León, quien añade que «ella espera que él la salve continuamente y se da cuenta de que la responsabilidad es suya. Cuando uno no se encuentra bien, en vez de hacerse responsable, acusa al mundo».

Pasar de una María a otra fue «complicado» para la ganadora de un Goya por 'La voz dormida'. «Había que mantener una misma alma, ser la misma muñeca. Como estirar un chicle. Lo trabajé desde lo físico. De joven, María era impetuosa; de mayor, todo se fue y se queda como vacía», avanza.

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Se enorgullece de haber tocado muchos palos este año tanto en cine como en televisión, donde protagoniza la exitosa serie Allí abajo. Se siente igual de disfrutona tanto haciendo reír como llorar. «La comedia es muy difícil de hacer, tiene otro ritmo. La disfruto porque es un ejercicio y un músculo muy bueno para el actor, pero el drama es una gozada porque destripas un alma».

Es imposible no preguntarle, aprovechando la presencia de máquinas en el tiempo, qué le diría hoy a la María León de sus comienzos. «Que cada uno tiene su proceso de aprendizaje y a mí me queda mucho por aprender. Espero darme muchas lecciones», reflexiona.

De familia de «artisteo» asegura que si no hubiera sido actriz hubiera sido mujer bala. «En la saga nos retroalimentamos, pero el patriarca es Paco [su hermano Paco León], que no para de crear. Y que no pare. Bendito Paco». Aunque ella tampoco se queda atrás. Tiene pendiente de estreno una coproducción Bélgica-España, la cinta Los Japón, junto al malagueño Dani Rovira, y la nueva temporada de Allí abajo.