La literatura sigue viva en la sociedad actual gracias a personas como Antonio Lucas Herrero, ganador de la 22º edición del Premio Internacional de Poesía Generación del 27, convocado por el Centro Cultural Generación del 27, con su obra Los Desnudos. El madrileño será dotado con un cheque de 15.000 euros. Su obra ha convencido a la mayoría de los miembros de jurado, que lo han elegido por encima de otros 209 autores que se han presentado este año.

Desde que era pequeño, la poesía ha estado muy presente en su día a día. Su padre es un enamorado de los versos y siempre le leía poemas de autores como Rafael Alberti, Antonio Machado, Federico García Lorca, Concha Méndez, Vicente Alexaindre . «A mí me gustaba mucho escucharle, y poco a poco fui acercándome más a la poesía» cuenta. No obstante, no fue hasta la adolescencia cuando cogió un lápiz y comenzó a escribir sus propias obras en un papel, «con el apetito de descifrar el mundo a través de la poesía», recuerda el escritor

Aunque le cuesta decidir cual es su poeta favorito de todos los que ha leído, al final lo tiene claro: Arthur Rimbaud. «Desde que era un chaval siempre ha sido un referente. Él solo escribió desde los 15 años hasta los 21 y cambió el sentido de la poesía europea de finales del siglo XIX», admite.

Para Antonio Lucas, ha sido una alegría recibir este premio «con esa escudería de ganadores» que le preceden y, sobre todo por la historia del galardón y el nombre que ostenta, relacionado con la Generación del 27 «por lo que supuso esa generación en la poesía». También tiene buenas palabras para Málaga «una de las tierras españolas con más tradición poética, de impresión de libros y de edición», afirma.

Es de los que piensa que los premios son cosas del azar: «Siempre se recoge con ilusión y gratitud aunque yo creo que tener más o menos premios es cuestión de fortuna puntual», explica.

Con respecto a su obra, Los desnudos, se trata del séptimo que publica en el mundo de la poesía. El madrileño comenta que es diferente al anterior, puesto que su vida ha cambiado, al igual que su poesía que se ha «ido serenando con la edad». «Hay una mirada más cercana al mundo, menos destemplada como en otros libros anteriores», expresa. En su libro están presentes todas las obsesiones del autor que se reflejan en los poemas como puede ser la realidad política actual, el paso del tiempo, el presente o «la sensación de vivir en un mundo tan loco».

El jurado ha estado presidido por Josefa Parra Ramos y compuesto por Raquel Lanseros Sánchez, Ben Clark, el director del Centro Cultural Generación del 27, José Antonio Mesa Toré; y el editor de la obra, que no ha contado con voto, pero si ha podido dar su opinión, Jesús García Sánchez.

Han concedido por mayoría el premio a Lucas Herrero al detectar en el contenido de sus poemas «el tono conversacional muy meditado que desgrana temas tan necesarios a los que un poeta siempre vuelve como es el tiempo, la memoria y la conveniencia de prescindir de ellas». Por otro lado, también les ha llamado la atención las «imágenes abarcable sus efectivas y el uso continuado de la anáfora que se amplifica a modo de mantra en algunos textos».

Obras

El madrileño tiene a sus espaldas varias obras literarias por las que también ha sido galardonado en numerosas ocasiones. Ha publicado otros libros de poemas como: Antes del mundo, mención especial del Premio Adonáis; Lucernario, premio Ojo Crítico de Poesía; Las máscaras; Los mundos contrarios, Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla; Los desengaños, premio Loewe y Fuera de sitio.

También puede presumir de escribir sobre arte con Manolo Valdés: esculturas en Nueva York y Soledad Lorenzo, una vida en el arte.

El consejero-delegado, Victor Manuel González, ha recalcado «el compromiso de la Diputación de Málaga con la literatura a nivel nacional e internacional» y el asentamiento del premio que lleva más de 20 años generando creatividad literaria. «Una de las bases es la calidad de los que se presentan y del jurado» explicó. En estas dos décadas, este galardón ha contado con la presencia de grandes figuras de la literatura a nivel local y nacional como Manuel Alcántara o Antonio Garrido.

También tuvo lugar la lectura de uno de los poemas de la obra del madrileño, titulado Venecia como entonces, por parte de la miembro del jurado Raquel Lanseros.