Ese amor que puede con todo

'La ternura'Compañía:

Teatro de la Ciudad

Autor y Dirección: Alfredo Sanzol

Intervienen: Paco Déniz, Elena González, Natalia Hernández, Emilio Gavira, Juan Ceacero, Eva Trancón

Teatro Cervantes

Alfredo Sanzol, director y autor, con Teatro de la Ciudad y en coproducción con Teatro de la Abadía nos dejaron algo más que una sonrisa con su espectáculo 'La ternura' en el Festival de Málaga. Según se puede leer en el programa el texto está inspirado en el universo de las comedias de Shakespeare. Nada más evidente. Las referencias son muchas.

La historia de una Reyna y sus dos hijas que huyen de los hombres y su naturaleza, apartándose del mundo en una isla desconocida. Misandria. Madre y soberana que también sabe de artes mágicas. Aunque como iremos viendo conforme avanza la obra, terminan sirviendo más para crear el caos que para utilidades más beneficiosas. En es misma isla, y sin que las primeras lo supieran, hace años que vive un padre con sus dos hijos, que a su vez también se han recluido para huir de las mujeres. Misoginia. El conflicto avanza a base de enredos, disfraces y malentendidos hasta su resolución. Y es que finalmente el amor termina por surgir entre las jóvenes parejas que, confundidas por las presiones paternas y maternas se ven obligadas esconder sus instintos.

Por supuesto tiene final feliz. Pero al margen del erudito estudio shakespeariano, es una comedia como pocas se reflejan en su creación teatral. Es obvio que el texto quiere divertir y de veras lo consigue. Los juegos de palabras, las metáforas son incesantes. Pero en paralelo a las situaciones está el trabajo de los actores. Artífices en muchos casos del resultado final. El elenco se desvive en dar rienda suelta a toda serie de ademanes que no dejan de ser perfectamente controlados e integrados en el estilo que se nos propone. La comicidad de todos los actores es absoluta.

Y hay a su vez una inteligente propuesta escénica que nos lleva a asumir convencionalismos espacio-temporales resueltos con la mayor sencillez y sin embargo con el más preciso estudio de la iluminación. Apenas escenografía, per un gran trabajo de diseño de luces. Todo un conjunto: texto, actores, puesta en escena, que obviamente son el logro de una dirección sobresaliente. Es un trabajo en el que destaca la simbiosis entre todos los factores que forman parte de una obra de teatro. Eso sí, con la más aparente sencillez. Ingenuidad que nos hace empatizar desde el primer momento con los personajes que, aunque en algún caso tengan un dudoso sentido de las normas, no dejan de ser una crítica de las presiones que el poder puede ejercer con los subalternos. Influencia que se deslegitima cuando la ternura la derrite.