La pandemia de la Covid-19 ha obligado a Amaral a cancelar su gira Salto al Color, en la que tenían unos 30 conciertos programados. El próximo 31 de julio estarían tocando en el Marenostrum Castle Park, en formato acústico y sin banda. Tan solo Eva Amaral y Juan Aguirre, con sus guitarras, sus canciones y sus enormes ganas de reencontrarse con su público. «Hubo un momento muy emocionante, de tener un nudo en la garganta de la emoción», comenta sobre sus primeros recitales tras el Estado de Alarma.

Finalmente podrán tocar en Málaga...

Nos hace ilusión volver a tocar, aunque de momento sea en una gira acústica y con aforos limitados porque en las primeras semanas del confinamiento hubo un momento en el que no parecía que volviese a haber música en directo. Además, nos generaba mucha curiosidad saber cómo sería tocar en una situación tan nueva como esta para nosotros y para el público y recibir la energía de la gente que igual que nosotros ha estado confinada durante mucho tiempo y de pronto sale a escuchar música en directo.

¿Cómo han sido esos primeros conciertos después del confinamiento?

Los primeros conciertos fueron en Bilbao y en Huesca y fue muy emocionante la salida al escenario porque tanto para nosotros como para el público igual era el primer espectáculo al que asistíamos después del confinamiento. Hubo un momento muy emocionante, de tener un nudo en la garganta de la emoción.

¿Ese confinamiento les ha hecho reinventarse, sobre todo a la hora de trabajar?

Más que reinventarnos yo creo que todos hemos aprovechado las formas de comunicación que te brinda la revolución digital. Hemos empleado las redes sociales y diferentes plataformas de comunicación con las que hemos podido estar en contacto con mucha gente con un teléfono móvil e incluso grabar una canción entre músicos que estaban cada uno en su casa encerrados.

¿Ha sido la música un bálsamo, un acompañamiento para sobrellevar la difícil situación provocada por la crisis del coronavirus?

La música es diversión, sirve para bailar y para todo lo que tiene que ver con el estado de ánimo. Y esto lo digo casi más como oyente que como músico. Yo creo que si hemos podido contribuir, aunque sea de una manera pequeña a eso, pues bienvenido sea, porque a cualquiera que haga música lo que le gusta es hacer feliz a la gente. Indudablemente es algo que va a marcar a toda una generación y de lo que se hablará en un futuro y ojalá que lo recordemos como un mal sueño por el que tuvimos que pasar. Ojalá sea así y saquemos conclusiones para el futuro inmediato.

La pandemia ha trastocado completamente su agenda profesional. ¿Han tendido que trabajar a marchas forzadas para poner en marcha esta gira acústica?

La gente suele poner el foco en los que nos subimos al escenario, pero detrás hay un trabajo muy serio de organización y una labor logística y técnica invisible y creo que es bueno ponerlo en valor y que el público sepa que hay mucha más gente participando además de los que estamos debajo de los focos.