Ediciones del Genal: La editorial del millar de sueños

Nació Ediciones del Genal hace 52 años, el mismo tiempo de vida que tiene la mítica librería Proteo. Y en ese periodo sus miembros se han enfrentado a muchos retos y dificultades, pero también han experimentado sonoros éxitos con libros que se han convertido en éxitos de venta o cuyos autores han alcanzado finales en premios nacionales. Es una editorial malagueña que, además de enfocarse en temas locales, mira más allá de los límites provinciales si ve calidad en el autor. «Siempre le digo a la coordinadora, Beatriz Méndez Cobas, que traficamos con sueños e ilusiones», dice Jesús Otaola, responsable de editorial y librería, y añade que ya han superado los mil títulos publicados, el 90% de ellos llegado al mercado desde 2009, cuando la crisis económica los obligó a reinventarse.

«Ediciones del Genal existe desde que está la librería. Paco Puche siempre tuvo interés de editar como poco un libro al año. Las primeras ediciones no eran venales, «de algo muy especial que interesara a Málaga y en Navidad lo regalábamos a los clientes». En ese momento no tenía ni nombre. Llega un momento en que Paco Puche, conocido por su gran activismo social y medioambiental, un referente de la izquierda en Málaga, «salva al Valle del Genal» de sus problemas medioambientales, y se le ocurrió ponerle ese nombre a la editorial; si se fija, nuestro logo tiene una parte de arriba azul y la inferior verde, son el cielo y la tierra del Valle del Genal». Poco después llegan las peticiones de la Universidad de Málaga, que demanda cientos de manuales para algunas de sus carreras, «una explosión», pero el antes y el después coincide con la jubilación de Puche, cuando Otaola y este malagueño insigne comprueban la presencia y calidad de la impresión digital, «nos invitan a visitar una imprenta en Madrid, la calidad es buenísima, nos planteamos hacer tiradas más pequeñas a precios rentables, y sobre todo de gran calidad». Es el segundo paso importante en la vida del sello. Luego llega la crisis de 2008, muchas editoriales malagueñas cierran, «y las relaciones son tan buenas que nos ceden los derechos de algunos de sus libros para que nosotros sigamos haciendo pequeñas ediciones, según necesidades de público, distribución y venta».

Nuria Ogalla, la gran diseñadora, y él pasan unos años difíciles levantando la editorial, muchas horas de trabajo, «nos presentan cientos y cientos de manuscritos» y comprende Otaola que es el momento de impulsar la editorial. Estamos a finales de la pasada década. «Nos damos cuenta de que la editorial, por sí sola, ante la crisis económica hace que la librería tire para adelante, que la facturación suba, que tengamos muchos nuevos clientes, jóvenes y mayores, interesados en publicar libros». Para sus maquetadores «no se trata de un trabajo económico o comercial, sino que ellos aman los libros, traficamos con ilusiones y sueños, la responsabilidad es abrumadora». Ahora han superado la barrera de los mil libros en su catálogo, el 90% de ellos publicados desde 2009. Entre sus hitos: haber editado al recordado Pablo Aranda en la colección Manguta, o tener a Sergio Barce, autor de La emperatriz de Tánger, con una sólida y premiada trayectoria, o los éxitos de ventas (por la calidad de los libros, claro) de Miramar o El Hotel del Inglés, de Eloísa Navas y Carmen Enciso, Sucedió en Málaga, de Patrick Tuite, un éxito de ventas mundial que ha llevado a miles de malagueños por el mundo a pedir un ejemplar, o la novela negra Biznaga de sangre, de Jesús Díaz, otro boom de ventas. Han colado libros en finales de los más prestigiosos premios nacionales, tienen un convenio con la Asociación de Investigadores Históricos para publicar un libro sobre la historia de Málaga al año, y se han convertido en la puerta de entrada a la literatura para muchos escritores jóvenes. «Nos dicen que aquí ayudamos mucho a estos artistas», asegura Otaola. Y recuerda que han publicado a muchos poetas de corta edad y que estos poemarios se venden más por internet que en el mostrador. Ahora están a la espera de llegar a un acuerdo con Planeta para impulsar el libro electrónico.

La editorial también la forman los diseñadores Jorge Cobos y Carmen Larios, además de Ogalla, Méndez y el propio Otaola, todos de un gran talento artístico y llevados por el amor a los libros. «Para el autor siempre hemos de pensar que el siguiente libro es el mejor del mundo, y el escritor siente que ha hecho la mejor obra de su vida», ríe Otaola, que posa en Proteo para celebrar el millar de sueños que ha ayudado a cumplir.

El reto: mantener la calidad de los libros editados

«El primer reto es la calidad de la edición, que cuando alguien vea por primera vez su libro sienta orgullo y satisfacción, y me diga: Anda, si parece un libro de verdad. Me lo dicen todos, frase sencilla pero es muy gratificante ver el brillo en los ojos de un autor», recalca. También colaboran con la editorial profesores y escritores de la talla de Augusto López y Santos Moreno, y en torno a la librería, y gracias a la editorial, ha nacido el Colectivo Malagueño de Escritores. Proteo tiene su propia comunidad.