Los modestos también tienen su momento en los Juegos. Proceden de familias humildes y han tenido que hacer grandes sacrificios para llegar al máximo objetivo de un deportista: ganar una medalla olímpica.

A base de esfuerzo y dedicación, metidos en deportes de poco ruido, los modestos tienen menos posibilidades de ser iluminados por los focos de la fama. No son iconos del mundo global de hoy, pero buscan, y se merecen, un asiento en el trono olímpico.

Henry Cejudo encontró ayer ese lugar. De 21 años, Cejudo conquistó el oro en la prueba de 55 kilos de lucha libre al derrotar al japonés Tomohiro Matsunaga y el Comité Olímpico Estadounidense (USOC) le concedió unos minutos de fama con una rueda de prensa en el Centro Principal de Prensa de los Juegos.

El USOC suele reservar estas ruedas de prensa para campeones de más renombre, pero Cejudo es un ejemplo más del ´sueño americano´. Una treintena de periodistas de varios países acudieron a escucharle.

En sus primeras declaraciones tras obtener el título, este hijo de emigrantes ´sin papeles´ (Jorge Cejudo y Nelly Rico), oro Panamericano en Río 2007 y dos veces (2006 y 2007) campeón estadounidense, se muestra orgulloso de sus orígenes mexicanos.

"Viniendo de un pasado méxico-americano, me siento muy feliz porque no muchos americanos logran hacer algo como esto·, dijo Cejudo, apodado ´El Chaparro´. La mitad de mi medalla es mexicana", dijo Cejudo, aunque quiso dejar claro que es americano y a Estados Unidos representó.

Su entrenador, Terry Brands, está encantado con la proeza de Cejudo. Pocos pueden llevar el título de campeón olímpico a los 21 años de edad. "Es un ejemplo increíble de superación, todo lo que ha hecho, lo ha hecho por sí mismo", afirmó Brands. Cejudo sigue la estela de los deportistas modestos que triunfaron en los Juegos y que empezó justo en los primeros de la era moderna cuando un pastor griego ganó el maratón en Atenas. Spiridon Louis, de 24 años, y otros 16 corredores, entre ellos cuatro extranjeros, participaron en el maratón. Tras la victoria, Louis regresó a su pueblo.