Poco a poco el Madrid de Florentino va obteniendo ganancias tras los fichajes millonarios que ha hecho este verano. Por una parte, Arjen Robben se marcha al Bayern de Múnich. Su salida supone al club merengue unos ingresos de 25 millones de euros tras una operación que se ha cerrado telefónicamente. Con este traspaso, el Madrid se asegura la operación de Frank Ribery para la temporada que viene.

"Ha habido muchas mentiras, pero al final yo también tengo que decidir lo mejor para mí, porque yo también quiero jugar y demostrar el futbolista que soy", declaró Robben en el aeropuerto de Barajas.

El Bayern de Múnich confía en poder contar ya con el holandés para el partido del fin de semana contra el campeón alemán, el Wolfsburgo, y ha acelerado las gestiones para consumar su fichaje. "Si todo funciona bien, mañana –por hoy– se consumaría el traspaso y sería teóricamente posible", indicó el manager del club.

Robben llegó al Real Madrid hace dos temporadas por 36 millones de euros, procedente del Chelsea tras ser una de las promesas electorales del ex presidente blanco, Ramón Calderón.

Por otra parte, Wesley Sneijder se marcha al Inter de Milán a cambio de 15 millones de euros. El jugador holandés mostró su descontendo ante esta operación. Según el propio futbolista, lo que menos entiende es que Pellegrini le diga por la mañana que cuenta con él y que por la tarde le enseñen la puerta de salida del club.

El disgusto. "Me han tratado muy mal, pero prefiero no hablar, de verdad", comentó disgustado el futbolista en una entrevista realizada ya en Milán. "No puedo decir que esté triste. Me voy con la cabeza muy alta", siguió comentando Sneijder.

Miguel Torres puede ser el siguiente traspaso. Su destino sería el Atlético de Madrid. El lateral derecho ya ha dado su visto bueno a la oferta que presentó el club colchonero para incorporarlo.

Ahora el Madrid espera completar la ´operación salida´ con la marcha de Van der Vaart antes del cierre del mercado el próximo 31 de agosto.