Perdido el miedo escénico del pasado, a ningún rival del Real Madrid le tiemblan ya las piernas cuando pisa el césped del Santiago Bernabéu. Ya sea un equipo grande, como el Milán o el Juventus, o un equipo más que modesto como el Alcorcón, todos miran a las estrellas del Madrid de tú a tú.

Les ha tocado a dos equipos españoles de la Segunda División B española certificar que aquella historia no admite revisión. El pasado año fue el Real Unión de Irún, y ahora el protagonista de la hazaña es el Alcorcón, los dos con presupuestos que ni sumados alcanzan para pagar la nómina mensual de alguna de las grandes estrellas blancas.

Ambos clubes cimentaron la eliminatoria en casa para luego plantar cara al Madrid en su otrora temible feudo del Bernabéu. El Alcorcón ganó por 4-0 en su estadio y perdió en la vuelta por 1-0, mientras el Real Unión venció por 3-2 y cayó en el Bernabéu por 4-3.

Antes del duelo con el Alcorcón, la prensa deportiva madrileña volvió a alimentar el mito de las remontadas de los años 80 en competiciones europeas y alrededor de 70.000 hinchas se reunieron en el Bernabéu para asistir a la que se esperaba como una fácil y aplastante goleada. Había que devolver la humillación de la ida y los jugadores del Alcorcón no resistirían la gran ocasión de su carrera y la presión del ambiente. Se celebraba el pase a octavos con antelación.

Pero el modesto equipo de lo que en la década de los 60 era un pequeño pueblo de las afueras de Madrid de un millar de habitantes y hoy es una ciudad de alrededor de 170.000 vecinos demostró la misma entereza que el Real Unión y ratificó una impresión: quienes tienen miedo escénico ahora son los ´galácticos´ blancos.

"Faltó el fútbol", se lamentó después de la eliminación el director deportivo, Jorge Valdano, precisamente el que en víspera de un partido europeo de diciembre de 1984 con el Anderlecht se apropió de una expresión de Gabriel García Márquez para definir el temor de los rivales al saltar al Santiago Bernabéu. En aquellas fechas, el Real Madrid remontó el 3-0 de la ida con un triunfo sobre el equipo belga por 6-1 y la leyenda tomó cuerpo. Veinticinco años después, el fútbol que provocaba el ´miedo escénico´ ha desaparecido.

Al equipo blanco le queda el magro consuelo de haberse convertido en un verdadero lujo para los modestos en las últimas dos ediciones de la Copa del Rey: hacen caja con su visita, se exhiben con grandes actuaciones en el Bernabéu, uno de los mayores escaparates del fútbol mundial, y rematan la jugada eliminando al club más laureado.

Fugado del Santiago Bernabéu, el famoso ´miedo escénico´ ha emigrado a los pequeños estadios del Alcorcón y del Real Unión, Santo Domingo y Stadium Gal, respectivamente, hoy convertidos en bastiones donde hasta al Madrid le tiemblan las piernas y las ideas.