Cuando uno llega a Torre de Benagalbón para ver un partido del Clínicas Rincón nada es lo que parece. Lo previsible, lo lógico, se transforma en imposible. Lo utópico, en algo de lo más habitual. Ver al Clínicas es siempre una caja de sorpresas. Una bendita ilusión que, a veces, te alegra la noche, y otras te las fastidia. Pero uno jamás se marcha a la cama indiferente. Eso no va con el ´baby´ equipo de Paco Aurioles.

El Clínicas Rincón sorprendió al ViveMenorca, ex equipo ACB y fabricado para regresar a la elite, con un inicio pleno de acierto (42-27, min.17). Nueve triples para los malagueños al descanso. Uno para los de Mahón. Cuando la tendencia decayó, el choque se igualó (54-50, min. 27).

Claro que Aurioles tenía excusas para explicar la remontada. ¡Todas las del mundo! Aíto le raptó a Lima, el mejor del Clínicas en este inicio de curso, para utilizarlo esta noche en el Unicaja-Valencia. Para colmo, las faltas golpearon a sus jugadores interiores. A pesar de todo, 60-52.

Sin la referencia de Sinanovic, Movilla se había echado el equipo a la espalda. Cuando el serbio cometió la quinta, el ViveMenorca se desmelenó: 62-71. El Clínicas no veía aro. El problema es que no llegaba ni a tirar. Dos puntos en seis minutos parecían ser su losa. Jugó entonces con muchísima inteligencia. Con cinco pequeñitos y el acierto de Zamora forzó la prórroga (81-81). El filial del Unicaja ya no pudo más: 90-98. Gracias por todo.