Berni Rodríguez, el ´capi´ cajista, con 21 puntos y 26 de valoración, decidió ayer dar un golpe encima de la mesa en el Telefónica Arena, cuando más falta le hacía a su equipo. Los verdes estaban perdiendo, como siempre, en el esprint final del partido. Las sensaciones eran entre malas y muy malas. Pero Berni tiró de ´malagueñismo´, se echó el equipo a la espalda e hizo tres triples casi seguidos. El resto se lo creyó y la victoria voló hacia Málaga.

Los últimos movimientos en los despachos de Los Guindos, el pasado verano, han dejado al Unicaja sin referentes sobre el parqué. Berni ya es el único canterano de la primera plantilla. Y claro, es imposible que a él le duela lo mismo la actual situación deportiva e institucional que a un americano recién llegado, a un asturiano, a uno de Terrasa, a un checo o a un montenegrino. Por una simple cuestión de lógica. Todos son profesionales, pero no sienten la camiseta igual. Quitando a Berni y a Jiménez, un ejemplo en todos los sentidos, los demás viven la crisis, pero a su manera.

Imprecisiones. El caso es que fue una batalla de desgaste. Estudiantes y Unicaja empezaron el partido descentrados, con muchos fallos y hasta que el base local Oliver no encontró el ritmo de los suyos, los colegiales no pusieron una diferencia apreciable en el marcador (21-12).

Los jugadores del Unicaja no olían el rebote: tres por catorce en el primer periodo. Williams lideró a los malagueños para enjugar parte de la diferencia y llegar al décimo minuto con un 25-21, pero la salida de los colegiales en el segundo cuarto volvió a ser mejor y entre Suárez y Granger devolvieron la ventaja al Estudiantes (33-21), en el minuto 13.

Los hombres de Aíto García Reneses se mostraban muy irregulares. Tres puntos de Beirán pusieron el 40-32 a cuatro minutos para el descanso. Oliver puso la máxima diferencia, once puntos (44-33), en el minuto 17, poco antes de una canasta de Freeland que dejó el marcador en 44-35 al descanso.

Si el inicio del partido estuvo lleno de errores por los dos equipos, en el de la segunda parte ocurrió lo mismo. Hasta que Williams anotó el 44-37 habían transcurrido dos minutos y medio.

La defensa del Unicaja ya no era la de los 20 minutos iniciales, Oliver tiraba todo lo que pasaba por sus manos y Williams, Welsch y Freeland dejaban la diferencia en cinco puntos (46-41). Y a tres, después de una canasta de Berni y un tiempo muerto pedido por Luis Casimiro.

El acierto de Canner-Medley, con siete puntos consecutivos, devolvió al Estudiantes al encuentro, que encontró la réplica en Williams y Berni para llegar al final del tercer periodo con un 55-50 en el marcador. El Unicaja empató enseguida con un triple de Berni (55-55) y una de dos de Jiménez. El capitán, apoyado en Williams, y después en Cook, dio 5 puntos de diferencia a los verdes. Estudiantes y Unicaja entraron al último minuto con 69-70. Dos tiros libres de Cook hicieron el 69-72. Granger anotó una insuficiente canasta de dos final, que no sirvió de nada. El Unicaja ya tiene tres victorias.