Emoción, españoles colocados en lo alto de la tabla y dos jornadas de espectáculo por delante. Eso es lo que hay en el Real Club de Campo de Sevilla, donde se disputa el Open de España de Golf. Pero no todo son buenas noticias. La segunda jornada del Open fue muy diferente para los cinco malagueños presentes en el torneo.

El mejor de momento es Alejandro Cañizares, que entregó una tarjeta de 69 golpes para colocarse con -4 y en el puesto 20. En la otra cara de la moneda están Pablo Martín Benavides (+2) y Gabriel Cañizares (+5), que no jugarán el fin de semana. Ninguno de los dos fue capaz de ganarle al campo y no pasaron el corte, que se quedó en el par. Los que sí estarán son Manolo Quirós (-3) y Miguel Ángel Jiménez (-1).

Aunque con tres malagueños, el el fin de semana se presenta de lo más emocionante con dos españoles en los primeros puestos de la parrilla de salida. El mallorquín Sebastián García entregó ayer una tarjeta de 67 golpes, y está con -9 en segunda posición. A dos golpes le sigue el valenciano Carlos del Moral. Un poco más atrás, con -4, está otro de los grandes favoritos, Álvaro Quirós. El gaditano, que volvió a lucir su sombrero característico y que fue uno de los jugadores más seguidos, no pudo ganar al campo pero estará en la pelea en el fin de semana. El líder es el sueco Johan Edfors (-10), un gran pegador que cuando va recto es temible. Es un jugador de rachas, y ayer cogió la buena. Habrá que ver si aguanta.

Un jugador ´diferente´. Carlos del Moral saldrá el fin de semana a por todas en Sevilla. Pero este jugador tiene detrás una historia digna de ser contada. Carlos sufre narcolepsia, un trastorno del sueño que le obliga por ejemplo a compartir habitación en los torneos para evitar quedarse dormido. Ha sido descalificado en más de un campeonato por no llegar al tee de salida a su hora, pero ni eso ni nada ha impedido que sea ya un jugador del tour europeo. Para colmo, no se puede medicar porque está en un nivel de la enfermedad en que no es posible hacerlo.

Pedro Contreras es su entrenador, el mismo desde que tenía 4 ó 5 años. Empezó a jugar al golf en el Escorpión, estuvo en la Blume y después se marchó dos años a Estados Unidos, a Oklahoma, donde compartió habitación con Anthony Kim. Con 20 años se hizo profesional y enseguida ganó su primer torneo, una prueba del Peugeot Loewe Tour en Oliva Nova, en 2005.

De ahí dio el salto al Challenge Tour, donde jugó dos años y logró una victoria (2006), hasta que sacó la tarjeta para el circuito europeo. Ojo porque a Carlos se le da bien este campo. El año pasado, en el Open de Andalucía en este escenario –ganó Soren Kjeldsen–, llegó a la última jornada en quinta posición y terminó en el puesto decimocuarto. Ayer ya lo avisó tras el día de juego: "Me veo con golf para pelear esta semana y si no lo consigo esta será otra. No tengo ansiedad por ganar, pero confío en mi golf".

Atravesado el ecuador del Open la mejor noticia es ver a varios españoles preparados para el asalto. Hoy será clave.