El malagueño Borja Vivas Jiménez, presente en la primera gran final internacional de su vida, firmó una undécimo posición en peso en los Campeonatos de Europa de Barcelona que adornará su currículum y que debe suponer un trampolín para que, a partir de ahora, se afiance en la barrera de los 20 metros y logre subir su nivel. Con un mejor lanzamiento de 19,12 metros, Vivas se marcha de Barcelona con los deberes hechos tras su primera cita en una final internacional, aunque lejos, eso sí, de los mejores.

El malagueño lanzó 19,04 metros en el primer turno. Sin duda los nervios y la presión le atosigaron en esta tentativa. El problema es que el segundo tiro fue aún peor y Vivas bajó a 18,94. Se despidió de los campeonatos, eso sí, con esos 19,12 que le permitieron vencer al británico Carl Myerscough (18,19), el hombre que cerró la final.

En una de las calificaciones menos complejas que se recuerdan, Vivas había pasado a la final con la peor marca de los doce finalistas (19,51) y su único propósito consistía en acercarse a los 20 metros por segunda vez en su vida. No lo logró.

«Me voy contento por haber disputado la final, aunque esperaba más. Haberme marchado de vacaciones con 20 metros hubiera sido perfecto, pero no ha podido ser y quiero ser positivo. Me he metido por primera vez en una gran final, he estado con los mejores y salgo muy satisfecho de Barcelona, ya que hace unos meses no podía ni imaginarme todo esto», explicó el lanzador nacido en Málaga el 26-05-1984.

Vivas, de 2,03 metros y 140 kilogramos, a punto de acabar la Diplomatura Empresariales, vio de lejos la ronda final de lanzamiento de peso. El bielorruso Andrei Mikhnevich, bronce en los Juegos de Pekín 2008, se tomó la revancha frente al campeón olímpico, el polaco Tomasz Majewski, al que derrotó por un centímetro en la final por el título europeo.

Mikhnevich dominó el concurso desde la segunda ronda con un tiro de 21,01 metros, pero en el cuarto turno Majewski se puso a un solo centímetro. El polaco no logró mejorar ese registro, aunque en el quinto lanzó la bola a 20,96. El defensor del título, el alemán Ralf Bartels, se colgó la medalla de bronce con una marca de 20,93 en su último tiro.

Vivas, actual campeón de España, tanto al aire libre como en pista cubierta, ya sabe quiénes son sus rivales para las próximas citas.

Mientras, el británico Mo Farah, derrotado por Jesús España en la final de 5.000 metros de Gotemburgo 2006, se tomó el desquite en Barcelona rematando con un tiempo de 13:31.18 el doblete europeo del fondo por delante del madrileño, que no pudo seguir al nuevo campeón en el último tirón, a 200 metros de la meta.

La penúltima jornada de los campeonatos sólo depararon al equipo español la medalla de plata de Jesús España. El sueño del triplete quedó hecho trizas con la retirada de Sergio Sánchez, subcampeón mundial de 3.000 en pista cubierta, a dos vueltas del final y el séptimo puesto de Alemayehu Bezabeh.

Era la cuarta medalla para la selección española, que había debutado el viernes en el medallero con tres preseas: el oro de Arturo Casado en 1.500, la plata de Marta Domínguez en 3.000 m. obstáculos, y el bronce de Manuel Olmedo en 1.500. La esperanza de alcanzar, al menos, la cosecha de Gotemburgo 2006 (11), se desploma ya irremisiblemente.

Jesús llegó a la meta en 13:33.12 tras adelantar al azerbayano Hayle Ibrahimov. El atletismo español, que había ganado por medio de Isaac Viciosa, Alberto García y Jesús España los tres últimos títulos europeos de los cinco kilómetros, entregó la corona a Gran Bretaña, que no ganaba uno desde 1986.

La final de 800 dejó en el aire la incógnita de si los sevillanos Kevin López y Luis Alberto Marco, sexto y séptimo, pudieron hacer algo más, en una carrera que ganó el favorito, el polaco Marcin Lewandowski, el europeo más rápido del año, con 1:47.07.

Marco, de 23 años, y Kevin López, reciente campeón de España absoluto con 20, habían cubierto ya sus expectativas al meterse en la final pero no se conformaban con eso. Todavía con los ecos del himno español, interpretado minutos antes en honor de Arturo Casado y Manuel Olmedo, oro y bronce en 1.500, Marco tomó la cabeza al entrar en calle libre y Kevin se quedó atrás.

Marco pasó el 400 en 53.28 y nadie se movió hasta que, a 200 metros de la llegada, el británico Martin Rimmer se puso al frente. Lewandowski impuso su punta de velocidad en los últimos metros, mientras que López, algo descolgado en la curva, no pudo remontar, aunque superó a Marco con un tiempo de 1:47.82. Su compañero de entrenamientos llegó a continuación en 1:48.42.

Por la mañana, la lucense Alessandra Aguilar, en una carrera en progresión, logró su objetivo de estar entre las ocho mejores del maratón. Bajo un sol de justicia, acabó séptima con 2h35:04 y «muy contenta» porque había aflorado «el trabajo de los entrenamientos».