La absolución del triple vencedor del Tour Alberto Contador recupera para la competición al mejor ciclista del mundo, pero su caso plantea, al mismo tiempo, un debate sobre la oportunidad del respaldo político que recibió en las últimas semanas.

"Todavía no es el final del partido porque si hay recurso habrá que jugar una segunda parte", admite el presidente de la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC), Juan Carlos Castaño.

Se trata del final de la primera parte, en la que el Comité de Competición y Disciplina federativo desechó la propuesta de la instructora del caso, Carmen Victoria López, de un año de sanción y optó por la absolución.

El cambio se basa en el artículo 296 del reglamento antidopaje, que exonera al deportista si demuestra que no hubo culpa ni negligencia.

Con la licencia en la mano, Contador ya puede echar a correr y este martes tomará la salida en la Vuelta al Algarve portuguesa. También puede planificar el Giro, el Tour y la Vuelta y volver a pensar en su idea inicial de ganar las tres grandes en la misma temporada.

Pero queda la segunda parte del partido. Con equipos diferentes. La Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) se tendrán que pronunciar y decidir si depositan la llave del caso en las manos del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), instancia suprema con sede en Suiza que no se caracteriza, precisamente, por actuar con contemplaciones.

Que se lo pregunten a Alejandro Valverde, quien cumple dos años de sanción por su implicación en la Operación Puerto, que estalló hace cuatro años y que todavía está pendiente de juicio.

La UCI y la AMA tienen un mes para decidir si aceptan la decisión de la RFEC o si recurren al TAS. En principio, se creía que un año de sanción hubiera podido ser una solución aceptable para la UCI, pero ahora se juega con nuevas cartas.

La Unión Ciclista Internacional ya ha informado que no se pronunciará hasta que estudie en profundidad la decisión del Comité de Competición de la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC) de archivar el expediente abierto a Alberto Contador por su positivo de clembuterol en el pasado Tour de Francia.

La UCI señala en un comunicado que ha recibido la notificación de la RFEC en el caso de Contador, y agrega que "se reserva el derecho de estudiar en profundidad los motivos de esta decisión antes de pronunciarse", ya que existen diferencias entre la proposición de sanción de un año que hizo la RFEC y la resolución de hoy del Comité de Competición y disciplina.

"De conformidad con el reglamento, la UCI espera ahora conocer en profundidad el informe completo de la RFEC. Una vez recibida esta documentación, la UCI tomará una decisión en los treinta días posteriores", agrega la nota.

Un perdón rentable

¿Será finalmente rentable el perdón de la Federación? De momento, Contador puede subirse a la bicicleta, conservar el Tour 2010 y competir hasta nuevo aviso. Mientras, si hay recurso, el TAS dispondrá de unos tres meses para anunciar su fallo, quizás hasta la víspera del Tour.

La organización del Tour entrará en escena también al amparo de sus intereses. Su director, Christian Preudhomme, ha dicho en repetidas ocasiones que sería conveniente tomar decisiones cuanto antes, y las seguirá pidiendo para que el 2 de julio comience su carrera en condiciones de tranquilidad, con o sin Contador. Además, el Tour no querría una sanción posterior que alterase una vez más su palmarés.

A la espera de estos trámites, surgen los primeros interrogantes. La primera de ellas atañe a las razones del cambio de criterio que se ha producido en apenas dos semanas y a si influyó o no el respaldo de los políticos.

Este punto de vista divergente entre el parecer de la instructora del caso y los tres componentes del Comité de disciplina de la RFEC hace que se pase de recoger el principio de "responsabilidad objetiva" para sancionar por un año, a la absolución porque no hubo ni culpa ni negligencia por parte del deportista.

El factor político entró en el caso cuando el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, tomó parte a favor del ciclista al asegurar que "no hay razón jurídica para sancionar a Contador".

Luego se sumó el líder de la oposición, Mariano Rajoy, aficionado al ciclismo, quien dijo al diario "El Mundo" que no veía "sustancia para una sanción tan fuerte de un año".

Antes de estas declaraciones, el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, comentó que "lo de Contador no es un caso de dopaje" y cerró el círculo de opiniones el presidente de la Audiencia Nacional, Angel Juanes, quien afirmó que el ciclista "debería ser absuelto".

El Comité de Competición de la RFEC terció en este asunto al defender hoy su independencia de criterio y rechazar las versiones de prensa que han atribuido el sentido de su resolución a la "presión mediática y política ejercida".