El valioso empate del Marbella ante el UCAM murciano, líder del grupo IV de Segunda B, ha dejado un profundo malestar en el seno del club blanquillo. La directiva del cuadro costasoleño no puede aún comprender cómo en un duelo sin demasiadas acciones violentas se mostraron cuatro cartulinas rojas y una docena de amarillas. La actuación del árbitro valenciano Carlos Alberto Carbonell Hernández fue, como mínimo, desproporcionada a lo que los espectadores pudieron contemplar desde la grada.

Para los locales, el saldo de tarjetas fue de 12: tres rojas y nueve amarillas. Los visitantes vieron las cuatro restantes, la roja que vio el exsevillista Dani Pérez y otras tres amarillas. La escuadra de Loren llegó a los últimos instantes del partido con la diana a su favor materializada al filo de la primera media hora de juego por Emilio Cubo.

Pero ya en el primer minuto tras la reanudación mostró la segunda amarilla al local Silva y aún se le complicó más el duelo al Marbella cuando a falta de 15 minutos para el final se quedaba con nueve. Fue en otra rigurosa segunda amarilla para Gerrit. Tocaba sufrir. El empate llegaría a cuatro minutos para el final. El colegiado expulsaría también a Loren, a su segundo en el banquillo, Antonio Sánchez. Dejaría con ocho a los locales, tras mostrar también la roja a Yebra. E incluso hubo tiempo para que el UCAM se quedase con diez.

El técnico local no se mordió la lengua en la rueda de prensa posterior: 1-1 y gracias... Lo calificó de «anticasero» y enseñó el titular de una noticia publicada temporadas atrás en prensa: «El árbitro sale escoltado de Crevillent, tras expulsar a dos jugadores locales, pitar dos penaltis y echar al técnico». También tuvo ese otro partido como «triste protagonista» al propio Carbonell Hernández. Fue en un encuentro entre el Crevillente y el Eldense. Pese a que los locales ganaron por 1-0, el colegiado alicantino tuvo que ser escoltado por una pareja de la Guardia Civil hasta su vehículo.

Como curiosidad, en las filas locales jugó a partir del minuto 67 Cantarutti, nacido en Málaga e hijo del mítico centrocampista que en los años 70 jugó en el CD Málaga o en el propio club marbellí. Loren se refirió a esa crónica, subrayó la difícil papeleta que afrontaron sus pupilos y no quiso ir más allá en sus declaraciones, porque era consciente de que cualquier comentario o salida de tono podría acarrearle algún disgusto. Así que se refirió a que terminaría el sábado con su mujer y su hijo.

Entre las acciones que desde un primer momento calentaron al técnico local, un posible penalti que hubiera supuesto el 2-0 para el Marbella. Poco se puede hacer ya para cambiar un guión de un choque esta vez fue digno de la peor película de miedo y que encima se desarrolló un 31 de octubre, en pleno Halloween. Por este motivo, la plantilla marbellí, aunque mermada por las bajas que tendrá por sanción para la próxima jornada, empezará a preparar desde hoy el duelo del próximo fin de semana en su visita al campo del Real Jaén. La escuadra jienese también suma 16 puntos en la tabla clasificatoria.