Curro Lucena lo ha vuelto a hacer. Con su sabia batuta, que más sabe más el zorro por viejo que por zorro, como dicta el refranero, ha guiado al GAES Málaga a la División de Honor Plata del balonmano masculino español. Ayer, al rememorar las sensaciones de una fase de ascenso «con momentos bastante duros y otros muy felices», tampoco pudo evitar echar un vistazo al pasado, a los años gloriosos de este deporte en la Costa del Sol. En primera persona pudo codearse con la elite, inmerso en proyectos tan significativos como aquel histórico Puleva Maristas, o el más reciente Club Balonmano Malagueta.

«Es la tercera vez que voy a poder disfrutar del balonmano de elite en esta ciudad. Con Puleva estuvimos en lo más alto y con el Malagueta nos mantuvimos muchos años en Plata. Como todo el mundo sabe, el balonmano en la Costa del Sol tiene mucha afición. Es suficiente con pasarse por los colegios y ver la gran cantidad de niños y de niñas que siguen practicando este deporte», apunta.

Para el futuro del GAES, a Lucena le sale de inmediato, como referente más cercano, «el Costa del Sol en categoría femenina, que es un referente nacional y hace que sea este deporte en Málaga un referente para las niñas de cualquier colegio malagueño». Asegura en este sentido que hacer un equipo fuerte y asentado entre los mejores de España propiciará que haya cantera y se pueda continuar con el proyecto durante muchos años, como ya ocurriera con anteriores clubes.

«Ahora lo más inmediato, lo necesario, es obtener apoyo institucional y, por supuesto, seguir contando con los patrocinadores y los clubes locales con los que colaboramos. Es un dicho que todos conocemos, pero que en este caso se hace realidad de manera directa, el de que la unión hace la fuerza. Si quieres estar lo más arriba posible necesitas, irremediablemente, de todos esos apoyos públicos y privados», manifiesta también.

Para mirar a ese prometedor futuro, antes es necesario hacer balance de lo que ha sido esta temporada y en especial de las numerosas sensaciones que deja atrás un fin de semana inolvidable como el vivido en el parqué del Pérez Canca. «Una fase como la que hemos tenido siempre es complicada. Vienen equipos de mucho nivel y así se ha demostrado. Los cuatro equipos hemos perdido algún partido, como ejemplo de la igualdad y de la tremenda competitividad que había», recuerda. Para alcanzar el éxito, tras el inesperado tropiezo inicial que ponía muy cuesta arriba las opciones para subir de categoría, Lucena reconoce que intentó inculcar en sus jugadores un mensaje «para mantener la calma».

«Teníamos que seguir con el mismo planteamiento, esperar a que los otros siguieran luchando entre sí. Por eso digo que ha habido muchas anécdotas, negativas, como esa impotencia del primer día, en el que el portero rival lo paraba todo y no había forma de conseguir la victoria. Pero también es inolvidable la emoción del segundo partido, la de ganar de uno cuando estábamos a un paso de poder perder el partido y estar matemáticamente fuera de la fase de ascenso», explicaba todavía emocionado por todas esas sensaciones.

Curro Lucena guarda, sin embargo, «para enmarcar» esa explosión de alegría que vivió con sus hombres el pasado domingo, frente al Tolosa CF Eskubaloia (24-18). Así tuvo elogios para la mayoría de los componentes de su plantilla, de esas emociones que todos derramaron con el paso de los minutos y la posibilidad cada vez más certera de alcanzar la categoría nacional de plata. «En especial vibras al ver tan emocionados a jugadores como los hermanos Quintana, que han estado en este proyecto desde el principio. El capitán, Fernando, siempre ha colaborado mucho conmigo para que el equipo esté en la mejor sintonía posible, haciendo piña y grupo. Y ahora tenemos ante sí un gran reto, multiplicar por dos todo, hasta por cuatro los desplazamientos. Pero es ilusionante», finalizó.