El año 2020 será recordado para el deporte malagueño con mucha más alegría que tristeza. Es verdad que la capital costasoleña no pudo lucir como quería su estatus de Capital Europea del Deporte 2020 y varios de los eventos inicialmente previstos se quedaron en el limbo por culpa de la crisis sanitaria que ha marcado la actualidad desde el pasado mes de marzo en Málaga, España y el resto del mundo. Pero también es cierto que este 2020 que ya se nos va, será recordado como un año histórico para el balonmano femenino malagueño, con la conquista de nada menos que dos títulos por parte del Rincón Fertilidad: la Copa de la Reina y la Supercopa de España. También este año que ahora acaba es el del regreso del BeSoccer UMA Antequera a la elite del fútbol sala nacional, el de la vuelta del Unicaja a jugar una final, en este caso la de la Copa del Rey de Málaga 2020, y el año en que la justicia logró apartar al jeque Al-Thani de la dirección de un club que con él caminaba hacia la deriva y que ahora parece saneado en lo económico y comenzando a construir un proyecto deportivo de futuro que le permita volver en el menor espacio de tiempo posible a la elite del fútbol español.

Los mejores momentos deportivos de este 2020 en clave malagueña los dio, sin duda, el Rincón Fertilidad Málaga de balonmano femenino. Las «panteras» de Suso Gallardo y Pepa Moreno fabricaron en verano una apuesta deportiva muy ambiciosa que ha desembocado en la conquista de nada menos que dos títulos nacionales: la Copa de la Reina y la Supercopa de España. Un logro impensable cuando arrancó este 2020 y que coloca ahora a las malagueñas en lo más alto del panorama del balonmano femenino español. Por cierto, despiden el año como colíderes de su grupo en la Liga Guerreras Iberdrola, lo que hace pensar que este próximo 2021 quizás sea otro buen año para ellas.

Otro equipo que tendrá un buen recuerdo de 2020 es el BeSoccer UMA Antequera, que este pasado verano regresó a la elite del fútbol sala nacional en el play off exprés que se jugó en junio en el Martín Carpena. Los de Moli viven ahora su tercera experiencia en la máxima categoría y han arrancado la temporada con buenos resultados, que les dan esperanza de poder salvar la categoría al final de esta temporada 20/21.

Otra gran noticia de este año que ahora acaba es que el Unicaja regresó a una final, tres años después de ganar la Eurocup 2017 ante el Valencia. Los de Luis Casimiro fueron subcampeones de la Copa del Rey de Málaga. Ganaron en cuartos de final al Zaragoza y en semifinales al MoraBanc Andorra, cediendo en la finalísima a un intratable Real Madrid. Lástima que la Eurocup se suspendiera definitivamente por culpa de la crisis sanitaria porque el Unicaja había llegado a cuartos de final como campeón de grupo en el Top 16 y tenía un camino interesante en el play off que, desgraciadamente, se quedó en nada por culpa del coronavirus.

El Málaga CF tiene ya marcado en rojo este 2020. No sólo por los efectos globales de la pandemia, que han impedido que durante nueve meses haya habido público en La Rosaleda, sino también por el relevo del jeque Al-Thani como dirigente del club. La intervención judicial en la entidad y las sanciones de LaLiga que han impedido disponer de más de 18 fichas profesionales han puesto en marcha una nueva era en Martiricos.

Porque este año tan complicado será recordado por el del punto de inflexión en las arcas malaguistas. Las autoridades judiciales de las que depende ahora la gestión han impuesto la austeridad económica en las oficinas blanquizales, al tiempo que imponían a la familia Al-Thani una fianza que a finales del verano superaba los 8 millones de euros. El actual administrador judicial, José María Muñoz, incluso se ha dejado ver en el palco de La Rosaleda como nuevo gestor.

Pero este ejercicio arrancaba también con importantes cambios en la parcela deportiva. El club acaparaba portadas hace un año con el despido de Víctor Sánchez del Amo como entrenador, después de que se hubiesen hecho públicas unas imágenes suyas de contenido sexual. Así subió del filial al primer equipo, como nuevo técnico, el castellonense Sergio Pellicer. Este cambio propició la rápida incorporación de más y más canteranos a un Málaga CF que tenía como principal objetivo la permanencia.

Con el nuevo preparador y pese al parón forzoso que el coronavirus impuso en marzo, la plantilla malaguista ató la salvación en julio y se empezó a mover con bastante habilidad, gracias a la gestión como director técnico del exfutbolista Manolo Gaspar, para configurar un nuevo plantel a un mínimo coste. Regresaron a la Costa del Sol malagueños como Alberto Escassi o Joaquín, se firmaron fichas profesionales a algunos de los nombres propios de la cantera, como fue el caso de Juande. Y poco a poco empezaron a obtenerse buenos resultados, con una implicación absoluta de jóvenes y veteranos.

La escuadra malaguista no sólo ha sido capaz de sumar 26 puntos en 19 jornadas, con resultados que llegaron a situarla entre las 6 primeras del a tabla clasificatoria, sino que en el cómputo de todo el año ha acumulado 57 puntos en 40 partidos disputados en la Liga SmartBank. Y es que el Málaga CF ha completado el año como el quinto conjunto con más puntos de la categoría.

En ese balance tiene un nombre propio Pellicer, que ha logrado dirigir el navío blanquiazul con extraordinarias dificultades por la plantilla tan corta en número de fichas profesionales. Su trabajo callado y marcado por esa austeridad que marca esta etapa ha dado sus frutos hasta captar la atención fuera de la fronteras andaluzas. Los jóvenes talentos malaguistas han emergido con fuerza, guiados por buenos resultados fuera de casa incluso frente a rivales con importantes presupuestos. Pero también han encontrado en los nombres propios de la plantilla, veteranos futbolistas que han demostrado sentir los colores blanquiazules por su implicación desde el primer minuto, un apoyo añadido para solventar los retos pendientes.

No podemos olvidar otros nombres propios, como el karateca Damián Quintero o el tenista Alejandro Davidovich, que han seguido progresando e incluso el primero tiene ya plaza garantizada para estar el próximo verano en los Juegos Olímpicos de Tokio.

El Iberoquinoa Antequera, el Trops Málaga o el Unicaja Femenino son otros equipos que han cumplido sus expectativas en este año tan atípico en el que el deporte malagueño ha sido capaz de poner una sonrisa a tanta pandemia, tanto confinamiento y tanta tristeza, a nivel global.