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Hijos de Rivera crece un 19%, aunque su decisión de amortiguar la subida de precios a sus clientes lastra sus beneficios un 11,56%

La empresa coruñesa rebaja los ingresos de 94,9 a 83,9 millones | Retrasa la puesta en marcha de la fábrica de Brasil a 2025 para potenciar la apertura de la de Arteixo el año que viene

Ignacio Rivera, presidente ejecutivo de Hijos de Rivera, corporación a la que pertenece la cerveceza coruñesa Estrella Galicia.

Ignacio Rivera, presidente ejecutivo de Hijos de Rivera, corporación a la que pertenece la cerveceza coruñesa Estrella Galicia. / CARLOS PARDELLAS

Manolo Rodríguez

“No hemos querido incrementar los precios al mismo ritmo que han crecido nuestros costes”. Esta frase del presidente ejecutivo de Hijos de Rivera, Ignacio Rivera, durante la presentación de resultados de 2022, que se ha celebrado hoy en el Museo de Estrella Galicia (MEGA), resume lo que ha sido el año económico de la corporación gallega. Y esa frase explica por qué la compañía ha reducido sus beneficios de los 94,9 millones de 2021 a los 83,9 del pasado ejercicio. “Es lo que tocaba. No subir los precios al mismo ritmo que nos han subido nuestros costes. Y cuando no toca, no toca. Teníamos que proteger a nuestros clientes”, insistió Rivera, que reconoció que sus costes de producción se habían incrementado un 50%. El resto de las cifras fueron mejores.

“Trabajamos con el objetivo, el sueño, de alcanzar los 1.000 millones en ventas”. Esta aspiración la exteriorizó en voz alta en mayo del año pasado el máximo responsable de Estrella Galicia, durante la presentación de resultados de 2021. Un año después, el sueño aún no se ha cumplido, pero la compañía coruñesa cuenta con todos los mimbres para lograrlo en un futuro cercano.

Las ventas no alcanzaron los 1.000 millones con los que sueña Rivera. Se quedaron en los 724. Pero si todo marcha según el plan previsto por la multinacional gallego, sobre todo con la apertura de las dos plantas que prevé tener operativas en Arteixo y en Brasil, el sueño de los 1.000 millones de facturación está muy cercano. Los 724 qué facturó el pasado ejercicio son un 18%% más que un año antes. “Cada vez que cambiamos de cifra nos tomamos unas cervezas y con la facturación cada vez estamos más cerca de tomarnos esa cerveza”, reconoció.

Aumentaron las ventas y los beneficios, y también lo hicieron los litros de cervezas vendidos: 494 millones. “Estamos también a punto de tomarnos otra cerveza para celebrar que pasamos a los 500 millones”, bromeó el presidente ejecutivo.

Hijos de Rivera se apoya en la palanca de las dos fábricas que tiene previsto poner en marcha para incrementar su producción, y con ello las ventas y los ingresos, y reforzar la internacionalización de la marca. Pero ha habido un cambio del plan previsto. El objetivo era tener en marcha la de Morás para antes del verano del próximo año y la de Brasil para finales de este ejercicio. El plazo de la primera no ha cambiado, pero sí la de la segunda, que se retrasa a 2025.

“Tenemos que tener lista la fábrica de Arteixo para 2024 porque de lo contrario tendríamos un problema con la producción de cerveza. Hemos priorizado todos los pedidos para Morás”, explicó Ignacio Rivera, que insistió en que ahora “la prioridad es la planta de Arteixo”.

La compañía cerró el pasado ejercicio con 1.573 trabajadores, un 8% más. Para este año, el máximo responsable de Hijos de Rivera avanzó que contratarán a 400 personas, la mayoría para la nueva planta de Arteixo.