Mercado laboral

La OCDE insta al Gobierno a ser más restrictivo con el uso del contrato fijo discontinuo

El organismo internacional alaba la capacidad de la reforma laboral pactada entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos de contribuir "a mejorar la calidad del empleo en España"

Un camarero sirve una cerveza fría.

Un camarero sirve una cerveza fría. / ANDY RAIN

Gabriel Ubieto

La OCDE ha alabado la reciente resistencia del mercado de trabajo español, que pese a la crisis de precios y la incertidumbre derivada de 500 días de guerra en Ucrania ha conseguido mantener ritmos de crecimientos del empleo sin precedentes. En cantidad y en calidad. Los analistas del organismo internacional han alabado la capacidad de la reforma laboral pactada entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos de contribuir "a mejorar la calidad del empleo en España". No obstante, la OCDE también duda de la capacidad de los nuevos contratos fijos discontinuos –la figura estrella promocionada con la reforma- de garantizar una seguridad laboral a los empleados bajo esta fórmula. "Puede ser necesaria una supervisión continua y una regulación potencialmente más estricta para garantizar nuevos avances", apuntan.

Uno de cada tres contratos indefinidos firmados en España desde la entrada en vigor de la reforma laboral -1 de enero del 2022- ha sido un fijo discontinuo. En año y medio se han firmado más de 2,5 millones de estos contratos de empleo intermitente, una fórmula que era anecdótica hasta ahora. Tener un contrato fijo discontinuo supone estar empleado unos meses al año y otros ser dado de baja en la Seguridad Social. 

Una fórmula habitual en la hostelería, por ejemplo, es que haya parte de la plantilla que es dada de alta para trabajar los tres meses de verano y unas semanas en navidades. Lo que deja el resto del año al trabajador sin sueldo, pero con la garantía de que volverá a ser llamado. Si no es así, la empresa tiene la obligación de despedirlo y pagarle una indemnización. 

Para aumentar la "seguridad laboral" a la que hace referencia la OCDE, sin dar más detalles, el Ejecutivo podría aumentar las indemnizaciones por cese para este colectivo, lo que desincentivaría a las empresas a prescindir de ellos. También reforzar las garantías de que en caso de aumentar la faena llamará a un fijo discontinuo en vez de hacer un nuevo contrato temporal. U obligar a las empresas a ofrecer un tiempo mínimo de empleo al año, tal como ya recogen algunos convenios colectivos, entre otras opciones. Actualmente la vigilancia del correcto uso del fijo discontinuo y que este no oculte relaciones laborales fraudulentas es una de las prioridades de la Inspección de Trabajo.

Tenue reducción del paro este 2023

Ese mismo mercado laboral empieza a evidenciar signos de agotamiento y, al igual que el crecimiento económico para la segunda parte del año, se enfría. Lo que provocará que la tasa de desempleo en España se mantenga a la baja, pero la reducción de la misma sea tenue. Según las estimaciones de la OCDE, el desempleo bajará del 12,9% con el que cerró el 2022 –según datos del INE- al 12,6% en 2023. 

Las elevadas tasas de paro son un lastre histórico de la economía española. Hasta el punto que, tras un ciclo expansivo de casi tres años consecutivos de crecimiento sin precedentes de la ocupación, España sigue ostentando una de las tasas de paro más altas de la Unión Europea. La OCDE estima que acabará el año en el 12,6%, cuando la media de los 38 estados analizados es de cerca del 5%.  

Las empresas deben subir salarios

Si el 2022 fue un ‘annus horribilis’ para el bolsillo de la mayoría de los españoles, este 2023 se plantea como menos lesivo. En el primer trimestre del año la pérdida de los salarios reales, es decir, descontando el efecto inflación, fue del 1,2%, tres veces menos que en el conjunto de la OCDE (-3,8%). Ello no es porque en España los salarios estén subiendo mucho más que en otros países, sino porque los precios están más moderados. Por ejemplo, la inflación en España es actualmente la más baja de toda la eurozona. 

En pleno debate sobre si la crisis de precios se ha visto agravada o no por los excesivos márgenes de beneficios registrados por las empresas, la OCDE considera que, en términos globales, “la evidencia sugiere que hay espacio para que las ganancias absorban aumentos adicionales en los salarios, al menos para los trabajadores con salarios bajos”. Es decir, que la mayoría de compañías tiene colchón para subir sueldos sin tener que subir para ello los precios de sus productos. 

No obstante, la OCE también alerta de que “será importante vigilar la dinámica salarial en los próximos años para identificar cualquier indicio de una espiral de precios y salarios”. En esa misma línea se ha manifestado recientemente la presidenta del Banco Central EuropeoChristine Lagarde, que instó a las compañías a subir salarios pero no así precios para evitar los temidos efectos de segunda ronda.