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Adiós a César Alierta, uno de los últimos empresarios de las privatizaciones

Nacido en Zaragoza en 1945, Alierta fue uno de los directivos más influyentes de su época

César Alierta.

César Alierta. / EFE

Sara Ledo

César Alierta, expresidente de Telefónica, ha fallecido a los 78 años de edad en la clínica Quirón de Zaragoza después de graves problemas de salud en los últimos años y tras superar en 2020 un problema cardiovascular que le llevó a estar en coma inducido. Fue uno de los grandes empresarios de la modernización económica española tras la Transición, etapa marcada por la privatización de las grandes compañías.

Nacido en Zaragoza el 5 de mayo de 1945, Alierta fue uno de los directivos más influyentes de su época. Con un marcado perfil político, llegó a la élite empresarial desde una firma de intermediación financiera llamada Beta capital con un "éxito relativo", según explica Jesús Mota en el libro 'La gran expropiación', pero su relación de amistad con el entonces presidente el Gobierno José María Aznar lo pondría en la lista de 'elegidos' para liderar la privatización de grandes empresas públicas de los años 90

Primero fue nombrado presidente de Tabacalera, en 1996, donde la sombra de corrupción sobrevoló su gestión, tras la sospecha de que había hecho uso de información confidencial junto a su sobrino. Su mandato finalizó con la integración de la compañía con Altadis. En el año 2000 fue nombrado presidente de Telefónica, compañía que transformó de antiguo monopolio de telefonía a una empresa de telecomunicaciones con presencia global.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza en 1967 y con un máster en administración de negocios en la Universidad de Columbia, fue también el ideólogo y presidente del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), el lobi del Ibex que ejercía presión en el Gobierno sobre los intereses de las grandes empresas. Nacido en 2011 con grandes nombres de la empresa de por aquel entonces, como Emilio Botín o Isidoro Álvarez, este foro dejó de funcionar en 2017, cuando ya había desaparecido la mayoría de sus miembros. 

Tímido, bonachón e insistente

"Alierta es tímido, algo bonachón e insistente; se dispara con facilidad y del silencio pasa a la vehemencia sin apenas transición. Su estilo de gestión es persistente y poco ostentoso", describía Jesús Mota en su libro 'La gran expropiación' sobre su personalidad y modelo de gestión. Él mismo solía identificar la clave de su éxito el haberse sabido "rodear del mejor equipo". 

Desde la compañía han destacado su "enorme legado", así como su "ingente labor social y educativa" como responsable de Fundación Telefónica y de Fundación ProFuturo en los últimos años, tras abandonar la primera línea de la compañía. "Alierta ha dejado una huella imborrable. Además de su gran bagaje profesional, siempre será recordado como un trabajador incansable, gran estratega, amigo de sus amigos, enamorado de su Zaragoza natal, fiel y cercano, comprometido y generoso", recuerdan en un comunicado en la que anuncian la convocatoria este jueves de un minuto de silencio en las diferentes sedes de la operadora en su memoria.

“Es un día triste para la familia Telefónica. Todos somos depositarios del inmenso legado que nos deja César Alierta, un corazón abierto de par en par, apasionado, inteligente y valiente. Su visión de futuro y su intuición le llevaron siempre a intentar cambiar el mundo a mejor. El profundo amor por su Zaragoza natal le permitió pasear su tierra por todos los rincones del mundo. Muchas gracias, querido amigo”, ha declarado el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, con quien trabajó mano a mano tras ocupar este distintos cargos desde su llegada a la operadora en 1999 y, sobre todo, tras su nombramiento como su 'número dos' en la figura de consejero delegado en 2012.

Entre 1979 y 1985 fue director general del área de Mercado de Capitales en el Banco Urquijo de Madrid. A partir de 1991 compatibilizó su labora en Beta Capital con la presidencia del Instituto Español de Analistas Financieros. También fue miembro del Consejo de Administración y de la Comisión Permanente de la Bolsa de Madrid.

Internacionalización de Telefónica

El directivo llegó a la presidencia de Telefónica en el año 2000 para sustituir a Juan Vilallonga, quien protagonizó operaciones fallidas como la adquisición del portal Lycos o el intento de fusión con la operadora holandesa KPN; y permaneció en la compañía durante 16 años. Fue el encargado de la transformación y expansión de una compañía que de su mano conquistó América Latina y la consolidó como un gigante de las telecomunicaciones, aunque con el paso de los años el grupo se ha ido desprendiendo de esta presencia; así como la llegada a Reino Unido y Brasil, dos de los cuatro grandes mercados de la operadora.

Bajo su batuta, Telefónica desplegó la ingente cantidad de redes de fibra óptica que tiene actualmente y de las que su actual presidente, José María Álvarez Pallete, presume habitualmente al destacar que son más que las que la suma de las que hay en Alemania, Francia, Reino Unido e Italia juntas. 

Además, fue el ideólogo de los paquetes convergentes llamados Fusión, que integran varios servicios (en su origen, fijo, móvil y banda ancha, y ahora también con televisión), a los cuales en su momento la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMV) culpó de suponer un alza de los precios de la telefonía y que ahora abrazan todas las operadoras de telefonía sin excepción.  

Vuelta al capital público

No sería entendible la historia de Telefónica sin Alierta, pero tampoco la de Alierta sin Telefónica. Y la casualidad ha querido que el expresidente fallezca el año en que la multinacional española cumple cien años y después del anuncio del Gobierno español de volver a su capital tras el anuncio de la firma saudí STC de adquirir el 9,9%. Volverá, así, la 'teleco' a tener participación pública después de dos décadas privatizada apoyada por dos grandes accionistas: BBVA y La Caixa (con permiso de Blackrock, que tiene una participación relevante) y a quienes van a adelantar en influencia (y duplicar en capital) dos empresas públicas, la operadora saudí STC Telecom y la Sociedad Estatal de Participación Industrial, SEPI.