TELECOMUNICACIONES

Telefónica se abre a comprar rivales en España tras la fusión de Orange y MásMóvil

Pallete reclama desregulación total tras ser desbancado como nuevo líder en el mercado español: “Que nos dejen competir”

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. / EFE

David Page

Telefónica se abre a explorar compras en el mercado español gracias al nuevo escenario que abrirá la fusión de Orange y MásMóvil. La unión de las dos telecos, autorizada ya por la Comisión Europea y a la espera del visto bueno del Gobierno, creará el nuevo líder del mercado español por número de clientes, desbancando a la propia Telefónica. Un cambio sustancial que, según Telefónica, empuja a las autoridades españolas a levantar las restricciones comerciales y obligaciones especiales que aún arrastra el grupo como antiguo monopolio público del sector.

“Lo que dio lugar a la regulación para Telefónica ya no existe. Telefónica ya no es un monopolio, no es el operador incumbente y va a cerrar su red de cobre. Ha llegado el momento de desregularnos. No necesitamos que nadie nos proteja, pero pedimos que nos desregulen para poder competir”, ha sentenciado el presidente del grupo, José María Álvarez-Pallete, en un encuentro con medios de comunicación con motivo de la presentación de los resultados financieros anuales.

Telefónica ha arrastrado durante años obligaciones de ofrecer sus infraestructuras a sus rivales, la restricción a lanzar ofertas comerciales a que fueran replicables por sus competidores, estaba forzada a compartir los contenidos audiovisuales premium… Algunas de esas regulaciones especiales se han ido levantando o están en vías de hacerlo, pero la compañía pide el levantamiento de todos los condicionantes para competir en igualdad de condiciones en un mercado español que se está reconfigurando con los movimientos accionariales entre sus rivales y para poder emprender sin limitaciones también operaciones corporativas.

“Con la fusión Orange-MásMóvil se abre un escenario nuevo porque Telefónica deja de ser líder en el negocio minorista, lo que debería resultar en una desregulación y que sean posibles cosas que hasta ahora habrían sido escrutadas”, ha apuntado el consejero delegado de la compañía, Ángel Vilá, en referencia a posibles operaciones corporativas en el mercado español. "Se nos podrán presentar oportunidades que quizá en el pasado no fueran tan fáciles o posibles".

Preguntado por la posibilidad de que entre las operaciones explorables esté la adquisición de Avatel, un operador volcado en zonas rurales y que ha crecido con fuerza en los últimos años, Vilá ha eludido confirmar el interés expreso del grupo pero ha dicho que se trata de una teleco “muy interesante”, “atractiva” y un “actor relevante de mercado”.

El mercado español “entra en una nueva fase competitiva”, ha subrayado Álvarez-Pallete, porque todo cambia porque la fusión Orange-MásMóvil “culmina un proceso de regulación asimétrica concebida para que el líder perdiera cuota de mercado. Pues objetivo cumplido”. Perdida la condición de mayor teleco por número de clientes, “ha llegado el momento de que nos dejen competir” en igualdad de condiciones con el resto de telecos.

Negociar con Digi y Zegona

Bruselas ha dado su esperado ‘ok’ a la fusión de Orange y MásMóvil gracias a la cesión de activos pactados con Digila teleco de origen rumano que se ha convertido en la compañía que más crece en España. Digi Spain acordó con las dos telecos la compra de espectro radioeléctrico por 120 millones de euros para levantar su propia red de móvil en el mercado español y también una opción (que no obligación) de contrato de alquiler mayorista para el uso de sus redes móviles con precios ventajosos.

Digi tiene la posibilidad de activar o no esta opción en función de sus necesidades, lo que puede implicar que deje de utilizar como hasta ahora la red de Telefónica, con el consiguiente golpe millonario para el negocio mayorista de la compañía. Telefónica reconoce que ya negocia con Digi una eventual ampliación del acuerdo de uso de su red, que expira en 2026, según ha desvelado Vilá.

El consejero delegado de Telefónica también ha subrayado que la compañía mantiene su oferta a Vodafone para compartir redes de fibra para apagar progresivamente su red de cable y que pretende trasladársela a sus nuevos propietarios, una vez que el fondo británico Zegona cierre definitivamente la compra de Vodafone España.  "Seguimos disponibles para tener conversaciones", ha dicho Vilá. "Estamos abiertos a negociar cuando la transacción se cierre".

Sin noticias de STC ni SEPI

Telefónica se prepara para cambios accionariales sustanciales, por la irrupción de Arabia Saudí en el capital de la teleco española con hasta un 9,9% (para lo que debe pedir permiso al Gobierno por el carácter estratégico del grupo) y por el plan del Ejecutivo español de blindar la españolidad de la compañía ordenando al holding público comprar una participación de hasta 10%. La dirección de Telefónica asegura no tener ninguna noticia de cuándo presentará su solicitud de permiso la compañía saudí STC ni de cuándo, cómo y con qué magnitudes pretende ejecutar las compras SEPI.

Saudi Telecom anunció a principios de septiembre la compra de una participación directa del 4,9% de las acciones de la compañía española y de otro 5% de manera indirecta mediante derivados financieros, por un total de unos 2.100 millones de euros. El objetivo de la compañía saudí sigue siendo elevar la participación hasta el 9,9%, a pesar del movimiento de defensa del Gobierno español para conformar un nuevo núcleo duro español en la teleco junto a Caixabank-Criteria y BBVA. STC debe pedir permiso al Gobierno si quiere ejercer un control accionarial en Telefónica por encima del 4,9% o, sin superarlo, si pide un asiento en el consejo de administración del grupo español, debido a las vinculaciones de la compañía con la defensa y la seguridad nacional españolas.

SEPI ha recibido el mandato del Consejo de Ministros de comprar hasta un 10% de Telefónica, pero no tiene ni plazos concretos que cumplir ni existen fórmulas de adquisición forzosas (puede acudir al mercado y comprar acciones, puede hacerlo a través de derivados financieros…). La adquisición de esa participación supondrá el regreso del Estado al capital de Telefónica 24 años después. Durante los noventa, los gobiernos de Felipe González y José María Aznar diseñaron y ejecutaron varios proceso de privatización que quedaron formalmente concluidos en 1997, pero que se completaron definitivamente hasta la venta en 1999 de la última participación pública residual del 0,2% que aún quedaba.