Salud

Mindful Eating: Una práctica para disfrutar de forma saludable

La alimentación consciente permite llevar la atención plena a la selección de alimentos, la forma de cocinarlos y de comerlos para prevenir o reducir enfermedades

Cambiar los hábitosalimenticios es muy importante.

Cambiar los hábitosalimenticios es muy importante. / Pixabay

Carmen Bandera

La ajetreada vida de la sociedad actual provoca que la hora de la comida o de la cena se convierta para muchas personas en una acción acelerada. Comemos en el coche, frente al ordenador, mirando el móvil o viendo la televisión. Comemos sin pensar, tragando alimentos sin importar si seguimos teniendo hambre o no. No somos plenamente conscientes de lo que estamos comiendo y esta alimentación sin sentido puede estar contribuyendo a tener un problema de sobrepeso o de obesidad, como también lo hacen los atracones de comida o el picoteo entre horas para intentar aliviar el estrés, la tristeza, la ansiedad o el aburrimiento.

Comer consciente es una parte esencial de una vida sana, una práctica que no pretende la prohibición de alimentos o que consumamos un número determinado de calorías, sino que mejoremos nuestros hábitos. La alimentación consciente o mindful eating sigue la filosofía del mindfulness, un método con base en la meditación donde tomamos consciencia de las distintas facetas de nuestra experiencia en el momento presente y cómo reaccionamos ante cada una de ellas. «Se trata de centrar toda nuestra atención en esa actividad que estamos realizando aquí y ahora, y así poder disfrutar de ella al máximo. Lo que se conoce, también, como ‘atención plena’», explica Beatriz de Lara, licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, coach nutricional y CEO de FoodTraining.

La pionera de la alimentación consciente fue la psicóloga Jean Kristeller, que trataba a jóvenes universitarios con problemas de obesidad que mantenían una relación irregular con la comida. Tras conocer el trabajo de Jon Kabat-Zinn, un referente mundial de mindfulness por haber introducido esta práctica dentro del modelo médico de occidente hace más de 30 años, desarrolló un programa con el que pretendía enseñar a la gente cómo saborear su comida, reconocer sus niveles de hambre y aceptar sus preferencias alimenticias.

Según indica Beatriz de Lara, el mindful eating se basa en estar presentes en el acto de comer, «permitiéndonos estar conscientes de la selección de alimentos, la forma de cocinarlos, usar todos nuestros sentidos a la hora de comer, dándonos cuenta de cómo reacciona nuestro cuerpo, sin juzgarlo, simplemente observando».

Este hábito también nos permite distinguir entre hambre emocional y real para tomar mejores decisiones. «Al estar atentos a nuestro cuerpo, somos capaces de discriminar lo que nos sienta mal y apreciar la saciedad, por lo que comemos menos y de mejor calidad. Todo esto ayuda a mantener una relación más saludable con la comida, sin miedos ni castigos, y a prevenir o reducir enfermedades», aclara la CEO de FoodTraining.

Para seguir una alimentación consciente, Beatriz de Lara ofrece un decálogo de recomendaciones que ella practica con las personas que acuden a su consulta. Estas pautas se incluyen en el reto de 21 días que ella misma utiliza para entrenar y cambiar hábitos alimenticios, y que volverá a poner en marcha en febrero.

  • Escoger alimentos que nos gusten y nos sienten bien, así como formas de cocinado saludables. Preparar platos atractivos y sanos.
  • Elegir un lugar cómodo y agradable para comer. Sentarse en la mesa. Comer junto a la familia o amigos. Evitar comer tumbado en el sillón o en la oficina.
  • Centrarse en el aquí y ahora. Parar. Sentarse en una posición digna (con los pies apoyados en el suelo y la espalda recta, pero sin tensión). Respirar.
  • Eliminar distracciones. Desconectar los dispositivos digitales y dirigir la atención únicamente al acto de comer.
  • Dar las gracias. Ir a mercados de productores locales e investigar sobre la procedencia de nuestra comida nos hace sentir en conexión con ella y sentirnos agradecidos por la suerte de poder comer.
  • Comer con todos los sentidos. Fijarse en el aroma, color, texturas, los sonidos de la comida al prepararla y masticarla.
  • Masticar bien. Intentar identificar los ingredientes y sabores de cada alimento mientras disfrutamos de comer sano.
  • Comer despacio. Comer pedazos pequeños, así es más fácil saborear y nos llenamos antes.
  • Dejar de comer antes de llenar. Diferenciar entre estar saciado (no necesitar más comida) y estar lleno (haber comido de más).
  • Practicar la autocompasión. Tener compasión y no criticarse. ¿Comiste de más o algo que consideras malo? Sé amable. Observa cómo te hablas a ti mismo y empieza a tratarte con amabilidad.

Aplicar estas normas poco a poco, como parte de una rutina, «con paciencia, amabilidad y sin crítica», recuerda Beatriz de Lara, ayudará a cuidar nuestro cuerpo y a disfrutar comiendo sano.