Pues fui ayer a hacerme unos análisis y me encontré al PSOE. Al federal, al andaluz y al malagueño. Había mucha cola. Pero no para hacerse los análisis, sino para analizar al PSOE. Al federal, al andaluz y al malagueño. Analizar lo que le pasa al PSOE es una profesión cargada de futuro. Ahí hay un nicho profesional, amigos.

Ser analista del PSOE debería ser una carrera universitaria de cinco años. El que suscribe, modestamente, cree estar ya acabando primero, aunque a veces con notas mediocres, pero uno se siente joven y con ganas de aprender. Lo malo de esta carrera es que el temario se actualiza demasiado a menudo. Un abogado acaba y sabe que tiene que actualizar de cuando en cuando sus conocimientos de Civil o Penal, aunque no de Romano, claro. Un ingeniero tiene que estar al día. No es lo mismo construir un puente ahora que hace veinte años. No digamos nada un avión o un coche. Un médico, al que hace una década le palmaba un tío de algo que ahora se le puede curar con cierta facilidad, ha de reciclarse igualmente. Sí, siempre hay que poner al día los conocimientos, ojo avizor a los avances, pero es que aquí cuando le estás cogiendo el truquillo al rubalcabismo amenaza en el horizonte Eduardo Madina, Tomás Gómez, el lehendakari o Carme Chacón. Y ahora acuérdate tú de qué quería Carme Chacón, si es que quería algo, y qué pensaba Chacón y por qué no quería presentarse, siendo alguien que es que no habla claro. Y eso si no te convocan un congreso, que cuando no es federal es en Asturias y cuando no en Lugo, y tú empollando los estatutos para nada. Llegas a clase, te pregunta el profesor por las primarias, vas y le sueltas el rollo y te suspende. Sí, porque hay tantas excepciones como lectores de estatutos, se celebran en un sitio y en otro no por la cara, hay cuando conviene a algunos aunque esos algunos las pierdan. Las hubo en Madrid. Ahora no se sabe si habrá… Joder qué tropa.

En fin, cuando te haces el mapa de cómo actúa Griñán va y la pifia y actúa no acorde a su trayectoria y publicitada preparación y cultura, sino como si quisiera no ser Asterix, sino el enterrador. Y ya lo de Málaga es de máster. Sí, tu acabas la carrera de analista (la de psicoanalista ya ha sido aprobada como nueva titulación por Bolonia) del PSOE y luego tienes que hacer un máster en el de Málaga. Uf.

Menos mal que esta profesión es libre y no por oposiciones. De lo contrario, imagínate, las apruebas y van y te destinan a Toledo cuando tú de lo que sabes, en teoría, es sobre el de Málaga. Y volver a empezar. Literalmente. Si es que ya a veces ni sacan el puño y la rosa. Y eso era elemental. Si es que uno estudió que eran rojos y ahora comparecen con fondos azules…