Elecciones 23J

Abascal fía todo a tener la llave del Gobierno de Feijóo

Vox busca rematar la faena del 28M este domingo teniendo en su mano la confección del próximo Gobierno central

Los de Abascal contienen la respiración, conscientes de que un puñado de escaños lo puede cambiar todo

Abascal: “Quedan 48 horas para liberarnos del peor Gobierno de nuestra historia”.

Agencia ATLAS | Foto: EP

Paloma Esteban

El llamamiento a los indecisos llegó este viernes, horas antes de dar por finiquitada la campaña electoral. “Hay millones de españoles que aún no han decidido su voto. Anímales decidir lo que importa”, dice el video que Vox ha hecho circular por todas las redes sociales. El partido de Santiago Abascal ha centrado sus esfuerzos en combatir la estrategia de voto útil desplegada por el PP en estas dos semanas, asegurando que tras los ofrecimientos al PSOE de grandes pactos, Vox constituye ya "el único voto seguro". Así lo repitió este viernes en la Plaza Colón de Madrid antes del último mitin. Las sensaciones en la extrema derecha son optimistas, pero no niegan que hay un puñado de escaños que lo decidirán todo en las elecciones de este domingo.

El objetivo para Vox, fuera de toda duda, es tener la llave del próximo Gobierno de Alberto Núñez Feijóo. El malestar, contenido para no ahuyentar a posibles electores, ha ido en aumento ante lo que consideran “ataques equivocados” por parte de los populares. Vox es consciente de que en Génova diseñaron una hoja de ruta que implicaba comerse parte de sus votos, hasta el punto, sostienen, “de que han puesto en riesgo la alternativa”. La baza que han jugado en las últimas horas para aguantar un suelo electoral potente es, precisamente, “lo poco creíble”, dicen, que resulta ver cómo el PP pide el voto a Vox y al mismo tiempo a Podemos o a los indignados del 15M. “Eso no lo entiende nadie”, auguró ya hace días Abascal.

Vox consiguió situarse como tercera fuerza política en las municipales y autonómicas de mayo, entrando en centenares de gobiernos locales (en varias capitales de provincia, aunque en muchos ayuntamientos grandes como Madrid, Valencia o Sevilla el PP consiguió el bastón de mando en solitario), además de comunidades como la valenciana (con una vicepresidencia incluida) o Extremadura (solo un consejero, pero haciendo una demostración de fuerza importante). Queda por ver lo que ocurrirá en Aragón y Murcia. En Baleares hubo un pacto programático y reparto en los Consells. 

La realidad es que Vox busca ahora, en la gran cita electoral, terminar la faena del 28M, teniendo en su mano un futuro Ejecutivo de Feijóo y los números suficientes como para entrar en el próximo Consejo de Ministros.

Abascal sabe que el PP hará lo posible por evitarlo. Feijóo combate esa posibilidad en busca de una mayoría “muy amplia, incontestable”, según explican. Durante la campaña las expectativas han ido cambiando. Hace dos semanas el líder popular hablaba de un objetivo “superior a los 150 escaños” para hablar de un Gobierno monocolor. En el momento de mayor euforia, el fin de semana pasado, los conservadores coquetaban con la idea de la mayoría absoluta. En estos días, la semana decisiva con tropiezos para Feijóo, las cosas se han torcido. Y el listón vuelve a estar sobre los 150 escaños, aunque hay dirigentes que están convencidos de que rozarán los 160.

A Vox, sin embargo, las encuestas no terminan de situarlo. La horquilla es muy amplia. Las más favorables a un buen resultado lo acercan a los 40 diputados, pero hay otras muchos que los dejan por debajo de 30. Eso supondría un mazazo importante porque en este momento tienen 52 escaños en el Congreso.

En todo caso, la realidad puede volverse tozuda porque populares y ultras no tienen la misma manera de ver la situación. Si Vox es decisivo (como todo parece indicar) pondrá un precio muy alto para investir a Feijóo. El criterio fijado por Génova para el 28M era el de meter a Vox en los gobiernos donde fuera necesario el sí, y evitarlo si bastaba una abstención. Pero Abascal no lo comparte, como quedó acreditado en el caso de la Región de Murcia. Entienden que aunque el PP solo necesite su abstención, haber sacado un 18% del voto en esa comunidad les legitima para formar parte del Ejecutivo autonómico.

El mapa que deje el 23J en términos globales es crucial por ese motivo. En función de la fuerza que tengan fijarán sus exigencias. Pero algunos dirigentes sostienen que el PP “no ha entendido nada si sigue pensando que le darán sus votos gratis”. Hasta el momento, en todos los gobiernos autonómicos y locales, la extrema derecha ha dado prioridad a las carteras de Agricultura y Cultura. 

En Vox saben que no serán los primeros en tener una llamada de Feijóo la noche electoral, y cuentan con que habrá escenificación previa para buscar el apoyo del PSOE y de otros muchos grupos para no tener que contar con ellos. “No hay sorpresas. Pero se equivocan”, zanjan.