¿Qué piensan los candidatos del PP, PSOE e IU cuando se encuentran por quinta vez en un debate? Es difícil de descifrar cuando los mensajes entre el primero y el quinto, celebrado ayer noche en 101 Televisión, se mantienen en lo esencial, aunque cambian las formas y se empiezan a notar los resabios. Eduardo Zorrilla (IU) riéndose -quién lo diría- de los gráficos que usa Francisco de la Torre (PP) y utilizándolos para atacar la gestión del PP. María Gámez (PSOE) intentando centrar el debate con De la Torre en un cara a cara entre ellos dos, aunque con resultado infructuoso; y el alcalde y candidato a la reelección haciendo un ejercicio de pugilismo político como el mejor Mayweather, fintando, defendiéndose con golpes calculados y evitando la confrontación total.

El debate de 101 TV también sirvió para constatar que existen tres visiones de la ciudad que no terminan de encajar. De la Torre dibuja una ciudad que se ha transformado en 15 años de gestión del PP, con un turismo creciendo a un ritmo endiablado y generando 13.000 millones de euros, con el mayor crecimiento del empleo de las capitales y los impuestos más bajos de entre las grandes ciudades.

Ese panorama no es compartido por el PSOE ni por IU. Algo normal. María Gámez le achaca la suciedad de las calles, la falta de inversión en los barrios, la subida de las tarifas del agua y gobernar para una minoría. Tampoco se quedó cortó Eduardo Zorrilla en la crítica. El candidato de IU puso el acento en la creciente desigualdad, el empobrecimiento de amplias capas de la población, la falta de dinero para políticas sociales y la ausencia de participación ciudadana.

Estos tres candidatos tienen muy claro cuál es el electorado al que se quieren dirigir y modulan sus mensajes en función de su objetivo. De la Torre buscó un electorado general, no ideologizado, con la idea de arrastrar votos de todas las tendencias basándose en la credibilidad obtenida por sus quince años de gestión y los logros. No faltaron datos de lo conseguido: pago a proveedores en 30 días, la capital número 46 de 48 en presión fiscal, construcción de 700 VPO, crecimiento en turismo, 30.000 usuarios de bicicletas, más de 300.000 metros cuadrados de zonas verdes... El hilo conductor son las cifras. Sigue la máxima de comunicación de que las cifras dan credibilidad y usa la baza de tener la gestión municipal en la cabeza para apoyar sus argumentos. A partir de ahí lanza sus propuestas, muy pegadas a la gestión del día a día, como la idea de crear «centralidades» en cada distrito y que son una consecuencia natural de iniciativas en marcha, o la creación de grandes parques (San Rafael, Martiricos, Repsol y Campamento Benítez).

María Gámez optó por segmentar el mensaje. Se dirigió a los autónomos, a los que prometió menos impuestos; a las mujeres, como principales sufridoras de las carencias de los distritos; a los jóvenes que no encuentran trabajo; a los creadores -«esos Picasso que hay en Málaga»-; a los pequeños comerciantes... Muchas ideas y planteamientos sectoriales, aunque bien es verdad que no con la contundencia de las cifras que puede aportar De la Torre. Quizá por eso su estrategia está más en buscar la sintonía con distintos colectivos.

Eduardo Zorrilla buscó la identificación con «la gente corriente». De hecho insistió en que son una candidatura de gente de la calle que ha asumido un compromiso para mejorar la ciudad y con unos criterios de austeridad en el sueldo y de permanencia en el cargo. Recoge así el argumentario nacido el 15M y busca distanciarse de la clase política tradicional. Sus mensajes, de hecho, intentaron reflejar una mayor sensibilidad social, apostando por un Plan de Empleo Municipal para parados de larga duración; frenar los desahucios, aumentar las ayudas sociales y cambiar el modelo de movilidad para primar el transporte público.

Limpieza e impuestos. La limpieza y la presión fiscal se convirtieron de nuevo en eje del debate. Aparecieron en distintos momentos. PSOE e IU achacaron la falta de resultados en limpieza pese «a que supone el 15% del presupuesto municipal», apuntó Zorrilla. Ambos, María Gámez y Eduardo Zorrilla insistieron en la municipalización de la empresa, mientras De la Torre plantea una negociación amplia «con los trabajadores, vecinos y con ustedes» para decidir el modelo, sin descartar la municipalización.

Sobre los impuestos sigue el debate sobre si hay o no presión fiscal. Imaginen quién argumenta qué. Gámez incitaba al espectador a comparar facturas, mientras que el candidato del PP esgrimía la comparativa con otras ciudades.