La Audiencia Provincial de Milán autorizó ayer parar la hidratación y la alimentación forzada de Eluana Englaro ante "la extraordinaria duración de su estado vegetativo permanente". En octubre de 2007 el Tribunal Supremo ya mandó repetir el juicio sobre el caso de la chica, en estado vegetal, y señaló que la interrupción de la alimentación se podría autorizar si se dieran dos circunstancias: probar que el estado vegetativo es irreversible y comprobar que ella habría preferido no seguir con el tratamiento. Ambos factores han quedado demostrados.

Englaro, de 33 años, sufrió en 1992 sufrió un accidente de tráfico que la dejó en coma irreversible, lo cual provocó que su padre y tutor librase una larga batalla legal para conseguir la interrupción de la alimentación de su hija, al parecer, una chica amante de la vida y el libre albedrío. Y es que a la hora de tomar la decisión, el tribunal milanés tuvo en cuenta "la extraordinaria tensión de su carácter hacia la libertad" y "la visión de la vida" de Englaro, "irreconciliable", señalaron, con la pérdida total e irreversible de las facultades psíquicas y con la supervivencia "sólo biológica de su cuerpo". El padre de Eluana manifestó ayer su satisfacción por la sentencia, que considera una liberación: "Mi hija estará finalmente libre de esa trampa de mecanismos médicos en los que ha estado atrapada 6.019 días".

No todos están contentos, desde luego. Mientras para algunos, como el juez de la corte de Milán Amedeo Santosuoso, la decisión de sus colegas "no tiene nada que ver con la eutanasia, sino con el derecho de una paciente que no puede defenderse", otros, como Gianluigi Gigli, de la asociación ´Ciencia y Vida´, apuntan que la noticia "es extremadamente triste. Eluana Englaro será la Terry Schiavo de Italia", en referencia a una mujer que murió en 2005 en Estados Unidos después de quince años en estado vegetativo, tras una sentencia similar a la de ayer en la ciudad italiana.