Desde ya, la favorita más sólida para ganar la Biznaga a la Mejor Película. Lo cual no quiere decir que sea una gran película, ni mucho menos. Gracia Querejeta mantiene las constantes vitales de su cine -lleno de secretos, mentiras y verdades a medio decir en un ámbito íntimo, familiar-, también su probada eficacia en la realización, aunque las piezas no encajan a la perfección. El diseño de los personajes es demasiado grueso, rápido, y hay, quizás, cierta discreción excesiva a la hora de plantear sus conflictos.