Parece que Woody Allen ya ha encontrado editor para sus memorias, tras haber sido rechazado por hasta cuatro grandes casas editoriales después de la caída en desgracia del comediante y cineasta en su país por la denuncia por abusos sexuales que le interpuso su hija Dylan Farrow. Mientras las ideas de Adolf Hitler sí están en las librerías -cualquier estadounidense puede hacerse con un ejemplar de 'Mi lucha' en tapa blanda en Amazon por menos de once dólares, y por menos de un dólar en su versión para Kindle-, las anécdotas de Woody Allen sobre los rodajes de sus películas y sus diversos romances, material habitual de estos libros de memorias, han necesitado de un valiente grupo editorial como Hachette para que se hagan públicas -la valentía se les supone teniendo en cuenta los bodrios que ha filmado y firmado Allen en las últimas dos décadas-. Bajo el título de 'A propósito de nada', este libro saldrá a la venta en abril, y llegará a España en mayo -aquí su prestigio sigue inmaculado, salvo que alguien le cuente a Irene Montero cuatro cosas sobre el neoyorquino-. Y ya está, porque pocos leerán este libro, y dudo que a quienes lo lean les pueda molestar -sus fans más acérrimos le han perdonado hasta 'Vicky Cristina Barcelona'-. Quizá venda más si alguien decide quemar algunos ejemplares, vieja costumbre alemana que puede volver a ponerse de moda.