Malas condiciones de ventilación y luz, insalubridad, hacinamiento, hijos separados de sus padres, visitas sometidas "siempre" a vigilancia, falta de intérpretes, tratamiento como presos, abusos y malos tratos, "enorme" secretismo y "falta" de transparencia. Éstas son algunas de las acusaciones que se recogen en el libro ´Centros de Internamiento de Extranjeros. Cárceles encubiertas´, que fue presentado ayer tarde oficialmente en el Centro Cultural Provincial.

En la publicación han colaborado entidades malagueñas que trabajan con el colectivo como la Plataforma de Solidaridad con los Inmigrantes de Málaga y Andalucía Acoge.

El libro presenta un capítulo específico sobre el CIE de Málaga, ubicado en el antiguo cuartel de Capuchinos. "Es uno de los centros que ha recibido más denuncias, debido a una historia plagada de incidentes y conflictos". Entró en funcionamiento en 1990 con capacidad para 80 personas y ya en 1992 el Fiscal General del Estado denunció las "malas condiciones" de sus instalaciones.

En verano de 2006 el "escándalo" que causó el caso de los presuntos abusos a internas sacó a la luz además "una larga lista de irregularidades acumuladas". "Comida en mal estado, falta de asistencia sanitaria, medicación suministrada por policías ante la ausencia de personal sanitario, gravísimos problemas de higiene y estado ruinoso de las instalaciones", son algunas de las carencias citadas en la publicación.

"Cinco incendios, dos cierres para realizar reformas de acondicionamiento del inmueble, una huelga de hambre de 46 internos para denunciar las condiciones del centro", son otros hechos que forman parte de la historia del centro de internamiento de Málaga. El libro recoge todo tipo de detalles sobre estos centros, así como algunos testimonios. Para estas organizaciones se trata de "cárceles encubiertas".