Madrid también carga contra Andalucía, que últimamente se ha convertido en el blanco de las críticas hasta de la consejera de Educación de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar, que dice que le han dicho que han visto que en Málaga, en un mercadillo, se están vendiendo ordenadores portátiles escolares por 50 euros. Una ganga. Un ataque con el que justifica que el Gobierno de Esperanza Aguirre no quiera sumarse al Plan Escuela TIC 2.0, como lo ha hecho la Junta de Andalucía desde el pasado curso académico.

«El otro día nos llamó un amigo diciendo que están en venta por 50 euros los ordenadores de la Junta de Andalucía en el mercadillo de Málaga. Francamente esto no lo vamos a firmar», dijo Figar en sede parlamentaria, donde aseguró que no se van a adherir al programa Escuela TIC 2.0, pero sí el Educa 3.

Las reacciones no han tardado en llegar. El consejero de Educación de la Junta de Andalucía, Francisco Álvarez de la Chica, tachó de «absolutamente repugnantes e intolerables» estas declaraciones. El consejero aseguró que dicha afirmación «carece de todo rigor» y lamentó que salgan precisamente de «quien tiene la responsabilidad de gobernar la educación de una comunidad autónoma como Madrid». Por ello, el consejero espera que Figar tenga más «rigor en la gestión de la que tiene cuando habla y dice estas absolutas falsedades».

Madrid no va a firmar el convenio Escuela 2.0, ya que considera que se trata de un «programa disparatado, equivocado», según afirmó la consejera en la comisión ordinaria de Presupuestos y Hacienda de la Asamblea de Madrid, a la que acudió a dar cuenta del presupuesto de su Consejería para 2011.

Allí, opinó que «esta dotación masiva de miniportátiles sin objetivo, sin financiación, formación para el profesorado, sin tener en cuenta si los profesores quieren o no, no va a cuajar» y añadió que «se están descolgando cada vez más gobiernos, más administraciones» y es que «un plan fracasado y es un despilfarro».

Para Álvarez de la Chica, que la consejera de la Comunidad de Madrid haya utilizado la supuesta venta ilegal de portátiles en Málaga para no adherirse al programa Escuela TIC 2.0 demuestra que «no tiene argumentos para oponerse a una política positiva del Gobierno de España como es la de desplegar las nuevas tecnologías en la Educación», por lo que la invitó a «justificarse con otros argumentos».

Insistió en que este tipo de declaraciones «tienen un tufo que tiene mucho que ver con la derecha de este país y con la actitud general de desprecio y desconsideración que ha mantenido siempre hacia Andalucía». Y recalcó que no hay incidencias con los ordenadores, un millón y medio en la región.