Confiesa que se levanta y se acuesta pensando en la pediatría y, aunque manifiesta que le gusta leer y viajar, no hay nada que le llene más que aquello en lo que ha empeñado su vida, su voluntad y todo su esfuerzo. Antonio Jurado Ortiz, es el Jefe del Servicio de Pediatría del Materno Infantil y su trayectoria profesional está más que reconocida, tanto por colegas como por pacientes.

Nada más finalizar la carrera comenzó su andadura profesional en el hospital Clínico. Corría el año 1969 y tenía tan sólo 23 años, rememora. Ha trabajado de forma ininterrumpida desde entonces en la sanidad pública y también en la privada, aunque se erige como un ferviente defensor del sistema público. Ya en esos comienzos, en el 69, también estuvo estrechamente ligado a la universidad, a la Cátedra de Pediatría, primero en Granada y después en Málaga. De una forma u otra desde los 16 años ya se dedicaba a la medicina y pensaba en clave pediátrica.

También pasó por una estancia en el extranjero donde trabajó en una clínica en Bélgica.

¿Por qué ha alargado su vida laboral?

Don Antonio es un médico de los de toda la vida y de renombre en Málaga. El 14 de junio de 2011 cumple 65 años y ha decicido prolongar su vida laboral en el servicio público, una opción hasta ahora negada a muchos otros colegas, pero de la que este experto podrá beneficiarse y con ello la sociedad, sus pacientes, la sanidad en general y los jóvenes pediatras en particular, dados sus valiosos conocimientos.

Precisamente, la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha dado marcha atrás y permitirá ahora que los médicos especialistas puedan optar a prolongar su jubilación más allá de los 65 años. La Ley 55/2003 del Estatuto Marco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud establece la jubilación forzosa a los 65 años. La norma recoge, sin embargo, exenciones en caso de necesidad a las que ahora se acogerá la Junta de Andalucía en el marco de la modificación del Plan de Recursos Humanos.

Se da la circunstancia de que los diferentes estudios realizados revelan que pediatría y anestesiología son las especialidades que presentan un mayor déficit. Le siguen otras como traumatología, ginecología, medicina interna, análisis clínico, neurocirugía, oftalmología o radiología.

Antonio Jurado ocupa la presidencia del Comité Ejecutivo de Congresos de la Asociación Española de Pediatría. «No me apetece estar jubilado al ostentar este puesto y además sólo vivo para la pediatría», revela el médico.

El doctor Jurado ya ha solicitado la prolongación de su permanencia en el servicio activo a la dirección gerencia del hospital. Y, si no es el primero, será uno de los primeros en acogerse a esta medida que entró en vigor en enero, unos pasos que hubieran querido seguir muchos colegas de especialidad y de profesión, pero que en su día no contaron con esta posibilidad.

«Tengo la libertad de jubilarme en cualquier momento, pero mi vida es la pediatría. No sabría vivir sin ella. Ocupa un lugar insustituible en mi corazón y en mi cerebro. No podría sustituir la pediatría por nadie ni nada en el mundo», indica. Antonio lleva una vida de sacrificio y trabajo continuo y constante, ya desde las enseñanzas obligatorias. «Antes de que me retiren me debo retirar yo, pero cuando yo quiera», dice. La solicitud presentada le permitirá trabajar hasta los 67 y, posteriormente, tendría la posibilidad de ir renovándola anualmente.

Precedentes en España

Apoya esta medida de la Junta y lamenta que durante un tiempo no haya existido esta posibilidad para los médicos que trabajan en el Sistema Andaluz de Salud, por contra de lo que venía sucediendo en otras comunidades del país. «No debe desperdiciarse el saber y la experiencia», indica.

Su padre era médico rural y al doctor Jurado ya le entusiasmaba el oficio, pero optó por la pediatría porque siempre le atrajo la puericultura y la posibilidad de prevenir enfermedades. «Uno de los aspectos más importantes es identificar de niño aquellos problemas que ahora no tienen una manifestación clínica pero que la tendrán en edad adulta», explica.

Afirma que aunque ha habido sinsabores y momentos desagradables, todo ha sido positivo. «Cuando un niño se te muere, porque sabes que no puedes hacer más por él, eso es insuperable, pero también aprendes. Nunca te acostumbras, pero te habituas», comenta. Pero incluso hasta de esos momentos ha sacado lección, aprendiendo, superando obstáculos. «Todo es agradable. Si volviera a nacer volvería a hacer lo mismo. La prevención y la educación a los padres, la facultad de Medicina, los enfermos que sobreviven...». «Es gratificante encontrarte a un hombre de 34 años y que te pare y te diga: «¿cómo está? Usted fue quien me salvó la vida», y yo quizás sólo le puse el tratamiento adecuado a su neumonía pero pare él lo fue todo», explica. Ahora, Antonio Jurado podrá continuar al menos dos años más «salvando vidas», previniendo enfermedades, formando a jóvenes. La sociedad se podrá seguir beneficiando de un experto con una sólida trayectoria, una experiencia avalad. Un profesional de prestigio de la sanidad pública malagueña. «Eso lo dice usted, ¿no? O es que quizás ha hablado sólo con mis amigos», bromea el pediatra.

Cerca de 69 médicos colegiados cumplen 65 años en 2011

En el Colegio de Médicos de Málaga hay registrados actualmente 69 médicos (de los algo más de 6.700 colegiados en Málaga y provincia) que cumplen 65 años este 2011. De éstos no todos trabajan en el Sistema Andaluz de Salud, pero se estima que al menos cerca de 28 sí trabajan en el sistema público, contando ya en este 2011 con la posibilidad de prolongar su vida laboral si así lo desean.

El 30% de los facultativos se jubilará en los próximos diez años, según revela un estudio del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos. En 2003 la Junta de Andalucía aprobó una Ley que obliga a los médicos a jubilarse a los 65 años. Desde entonces continúan jubilándose profesionales sanitarios obligatoriamente, lo que provoca falta de profesionales.