Las ciudades más turísticas de España tendrán que liberalizar por completo los horarios comerciales en las zonas con mayor concurrencia de visitantes. Las tiendas de Málaga podrán abrir los domingos y los festivos, cumpliendo así una vieja aspiración del Ayuntamiento, negada siempre por la Junta de Andalucía, que no consideraba a la capital como zona de gran afluencia turística; y por los propios comerciantes, que niegan que estos horarios les sean rentables empresarialmente.

El Gobierno forzará a catorce ciudades españolas, Málaga entre ellas, a tener zonas con libertad de horario comercial, independientemente de los metros cuadrados que tenga el establecimiento. Y el Ayuntamiento tendrá a partir de ahora seis meses para definir los espacios que podrán abrir todos los días de la semana.

Según explicó ayer el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, el Gobierno también propondrá a las comunidades autónomas elevar en 2013 de ocho a diez el número de domingos y festivos en los que podrán abrir las tiendas. Precisó que para determinar las catorce ciudades (Barcelona, Alicante, Valencia, Zaragoza, Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria, Bilbao, Córdoba, Granada y Cartagena, además de Málaga; y Madrid, Palma de Mallorca y Santa Cruz de Tenerife, que ya permiten abrir con libertad al comercio) se han establecido unos criterios objetivos, como que en el último año se hayan registrado más de un millón de pernoctaciones o que hayan recibido a 400.000 cruceristas.

«El objetivo de estas reformas es evitar que millones de visitantes que llegan a España se vayan del país sin poder comprar porque se encuentran las tiendas cerradas», dijo García-Legaz, que hoy mantendrán en Madrid una reunión con los representantes políticos de los ayuntamientos de estas ciudades, a la que acudirá Esther Molina, concejala de Comercio.

La edil prefirió ayer mantener una posición de prudencia y no ofrecer una valoración de esta propuesta hasta no conocerla con más detalle y determinar su alcance. No obstante, considera que la medida es beneficiosa para la ciudad. «Entra dentro de la política que persigue el Ayuntamiento. Nosotros la veríamos con bastantes buenos ojos, porque es una reivindicación histórica del Consistorio. Hay zonas de Málaga, como el Centro, que recibe una gran afluencia de cruceristas que se encuentran los comercios cerrados y el Centro muerto, porque lo que le da vida y vertebra la ciudad es el comercio», indica Molina.

Quiera o no la Junta. La declaración de zona de interés turístico la regulaba la Junta de Andalucía y era la Administración autonómica la que tenía que acabar de pronunciarse. A partir de ahora, estas catorce ciudades, quieran o no sus comunidades, estarán obligadas a disponer de esas zonas con normativa especial.

Adicionalmente, el Gobierno propone aumentar de 72 a 90 el número de horas a la semana (días laborables) en las que puede abrir y liberalizar los horarios para todos los establecimientos de menos de 300 metros cuadrados, frente al límite de 150 fijado en algunas autonomías.

Estas decisiones generan la desconfianza del sector. Los comerciantes consideran que sólo benefician a las grandes superficies en detrimento de los pequeños. La presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, Trinidad Fernández-Baca, exige al Gobierno que aporten ayudas y herramientas destinadas a facilitar la contratación de personal. «Quien diga que por estar más horas abiertos vamos a vender más está mintiendo», afirma con rotundidad.

La empresaria recuerda que los pequeños comerciantes han demostrado que no les resultaba rentable abrir los días festivos. «Hemos abierto cuando teníamos constancia de la llegada de cruceros y los únicos que han vendido algo han sido las tiendas de souvenirs», agrega Fernández-Baca, que considera que los turistas deben adaptarse a los horarios locales para hacer sus compras y no al revés.