Seis meses más de obra y la ciudad habrá conseguido unir dos zonas que nunca han tenido una conexión directa. La Carretera de Cádiz y el Camino de San Rafael estarán, esta vez de verdad, a un paseo de distancia. La construcción del primer tramo del bulevar sobre las vías del AVE soterrado encara ya su recta final.

La obra, que ha gastado seis de los 12,2 millones de euros presupuestados, ha superado ya la parte más difícil y laboriosa de su ejecución. Las infraestructuras de saneamiento, suministro y drenaje están terminadas. El arroyo Teatinos está encauzado y las calles dibujadas. Donde antes había tierra amontonada, basura y matojos, ahora surge un trozo de ciudad que sutura la histórica cicatriz que ha dividido la zona oeste de la ciudad en dos.

El coordinador de Urbanismo, Diego Maldonado, explicó que ya se ha terminado «la unidad más laboriosa, que necesitaba de más tiempo de ejecución y no se ve». A partir de ahora, empieza una fase «que los malagueños van a notar más y va a ser más rápida».

Maldonado insistió en que los plazos se están cumpliendo sin problemas y subrayó que para finales de año se dispondrá de la conexión norte-sur para esa zona de la ciudad. Los barrios de San Andrés, Dos Hermanas, el Camino de San Rafael y El Duende dispondrán así de calles que permitan circular entre ellos, superando la barrera histórica que representaron las vías de tren y que terminaron de ser soterradas en 2010.

Dibujo de las calles.La obra está realizada por la unión de empresas formada por Construcciones Vera, Detea y Lasor, que comenzaron a finales de diciembre de 2011 con un plazo de ejecución de 23 meses.

Durante el primer año y medio de trabajo se ha centrado el trabajo en el movimiento de tierra, con 75.000 metros cúbicos retirados para igualar el terreno, 13.000 metros cúbicos de excavación de zanjas y 10.000 metros cúbicos para rellenos.

Esto ha permitido disponer de 900 metros lineales de terreno sobre los 2 kilómetros de vías soterradas para urbanizar, entre la calle Ceramistas y la estación de tren Victoria Kent, en San Andrés.

El diseño del trazado que se ha construido tiene forma de cruz, con la calle Gallo como eje de la unión entre el norte y el sur de la ciudad y la primera fase del bulevar, que unirá la estación María Zambrano con la Ronda Oeste una vez que esté terminado.

Por ahora, los 900 metros en construcción ofrecerán zonas verdes, paseos, dos carriles de circulación por sentido, una vía reservada para el transporte público y viales de servicio que den acceso a las barriadas cercanas.

Además, se ha mejorado la infraestructura, conectando las redes de saneamiento y desagües. De hecho, hace unos días se completó la red de drenaje, una obra muy importante tras las inundaciones sufridas en la barriada de San Andrés hace dos años.

Tanto en la calle Gallo como en el vial principal del bulevar se ha completado la pavimentación de la acera, el trazado de la calzada y aparcamientos. También están las acometidas de la iluminación y los semáforos.