La nueva tarifa de Emasa frena la caída de ingresos por consumo de agua

Las cuentas de ingresos por venta de agua remitidas por Emasa al PSOE, correspondientes a los dos últimos meses del pasado año y a los cuatro primeros de 2014, demuestran, según los socialistas, que con la aplicación de la nueva tarifa la empresa ha logrado frenar la caída de ingresos por recaudación que venía sufriendo en los últimos años y ha reducido ese descenso considerablemente, lo que probaría, según la concejala Begoña Medina del PSOE, que «una buena parte de los ciudadanos paga el agua más cara que antes de aprobarse el nuevo sistema tarifario» en noviembre pasado.

Las cuentas, que forman parte de la respuesta a una pregunta formulada por el grupo del PSOE, señalan que la recaudación en noviembre y diciembre de 2013 (los dos últimos meses en que se aplicó la tarifa anterior) fue de 9.867.142 euros, lo que supone 2.270.841 euros menos que en el mismo periodo de 2012, equivalente a un descenso de un 18,7%.

Por contra, en los cuatro primeros meses de este año, con la nueva tarifa ya en vigor, la recaudación fue de 19.481.650, lo que supuso 1.023.757 euros menos que lo recaudado de enero a abril de 2012, equivalente a un descenso de un 4,9%.

Quiere decir, aseguran los socialistas, que con el nuevo sistema de tarifa se ha logrado que la recaudación no siga una curva descendente y empiece su recuperación. En los dos últimos meses de 2013, con la vieja tarifa, se recaudaron 2,2 millones menos que en 2012; en cambio, con la nueva tarifa, las pérdidas fueron sólo la mitad.

Esa pérdida constante de ingresos en los últimos años ha llevado la preocupación a la dirección de la empresa, ya que ponía en peligro el necesario equilibrio de las cuentas de Emasa, señala Begoña Medina.

«Para eliminar este peligro pusieron en marcha este nuevo sistema tarifario que, siendo justo en su naturaleza, falla en su aplicación». «La aplicación de la nueva tarifa supone una subida encubierta para muchos ciudadanos que le va a permitir a Emasa equilibrar sus cuentas», concluye Medina.