La policía ha detenido a 55 personas y se ha incautado de 11 toneladas de hachís de una red de narcotraficantes marroquíes que tenían asentadas células independientes por toda España para introducir en Europa grandes cantidades de este estupefaciente procedentes del Magreb. En Málaga hay un detenido y se han decomisado 3.300 kilos de droga en Alhaurín el Grande.

La operación Nessi concluye dos años después de que los investigadores iniciaran las pesquisas y se cierra con más de 22 toneladas de hachís intervenidas (once en cada una de las dos fases), cien detenidos -la mayoría marroquíes- en 23 localidades de siete provincias, 85 vehículos incautados, dos armas de guerra y otras cinco de fuego, y más de dos millones de euros aprehendidos.

Son algunas de las cifras de esta macrooperación antidroga cuya segunda fase presentaron ayer los responsables policiales junto con la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes. Los investigadores comenzaron a tirar del hilo tras una primera incautación de hachís en marzo de 2012 a las afueras de Madrid.

El modus operandi era muy profesional y estructurado hasta el punto de que las células eran «estancas», es decir, cada una no sabía lo que hacía la otra ni tampoco en qué polígonos industriales o locales se almacenaba la droga.

«El que recoge el hachís no es el que paga. Los que tienen el hachís no tocan el dinero», destacó la policía. El entramado «movía» al mes tres millones de euros y contaba con células por toda España.